A L.:G.:D.:G.:A.:D.:U.:
O.: de Bs. As., 29 de mayo de 2013 (e.:v.:)
V.:M.: y QQ.:HH.: todos
Primera aproximación al significado de las cuatro borlas
Introducción:
En los trabajos que he realizado anteriormente me he referido al significado de distintos símbolos que aparecen en el c.: de d.: de p.: g.: y he sostenido que cada símbolo sugiere en nosotros una idea determinada, una virtud y una cualidad.
El trabajo que me fuera encargado por el S:.V:. sobre la interpretación simbólica de las borlas que se encuentran pendientes de la esquina del templo y que representan las virtudes cardinales, no me ha resultado para nada fácil, sino más bien todo lo contrario.
En primer lugar me encontré con la dificultad de que hay muy poco material escrito al respecto y lo poco que hay, me ha dejado más dudas que certezas. Esas dudas me han hecho reflexionar incluso en realizar o no el trabajo, pero encontré en esas virtudes la respuesta de terminar el trabajo, sobre todo recordando que en estos primeros pasos que estoy dando dentro la Mas:. tengo el derecho y la obligación de equivocarme y que esa equivocación espero genere en mis HH:. alguna plancha grabada que me acerque un poco más a la luz.
Virtudes Cardinales
Como hemos dicho más arriba, de las cuatro esquinas del C.: de D.: están pendientes cuatro borlas cuya misión es recordarnos las cuatro virtudes cardinales, que son: Prudencia, Templanza, Fortaleza y Justicia.
Para comenzar a adentrarnos en cada una de ellas me parece necesario comprender que es una virtud o que es un hombre virtuoso.
Según la Real Academia Española, la virtud es la actividad o fuerza de las cosas para producir o causar sus efectos, es el poder o potestad de obrar. A esto último yo le agregaría de obrar bien. Un hombre virtuoso es aquel que tiene muchas cualidades y las pone en práctica. Cuando me refiero a cualidades me refiero a positivas ya que las virtudes son las cualidades buenas y sensitivas del ser humano y que se contraponen a los vicios.
Desde el mismo momento de la iniciación y en los trabajos anteriores he reflexionado acerca del trabajo que debe realizar el Apr:. Mas:. con sus herramientas para desbastar la piedra bruta y construir su templo interior en busca de la verdad. Ese camino, para lograr llegar a su fin, debe ser virtuoso.
La palabra Cardinal proviene del latín Cardinalis que significa gozne o bisagra con que se fijan las hojas de las puertas y ventanas para que al abrirlas o cerrarlas giren sobre ellas.
La Real Academia Española al referirse a la conjunción de ambas palabras, Virtudes Cardinales, sostiene que ¨cada una de las cuatro, prudencia, justicia, fortaleza y templanza, son principios de otras [virtudes] en ellas contenidas¨. Es posible sostener, entonces, que sobre las cuatro virtudes antes descriptas giran otras, o son condiciones necesarias para cualquier otra virtud.
Prudencia
Según la Real Academia la prudencia es la ¨sensatez, el buen juicio, que consiste en discernir y distinguir lo que es bueno o malo, para seguirlo o huir de ello.¨
La prudencia es quizá la primer virtud en la que debe trabajar el Apr:. en dominar las emociones y pasiones y ajustar nuestro comportamiento a los dictados de la razón. Teniendo en cuenta que toda acción, como en la física, tiene una reacción, es decir, una consecuencia.
La prudencia debe estar presente en el dominio de la palabra y de los silencios.
Templanza
La palabra templanza proviene del latín temperantia, en referencia a la moderación de la temperatura; en análogo sentido, el adjetivo templado se aplica al medio entre lo cálido y lo frío, y también a lo que mantiene cierto tipo de equilibrio, cohesión o armonía interna. De aquí también el adjetivo destemplado, como descompuesto o desarreglado, sin moderación o equilibrio.
El diccionario lo define como una ¨de las cuatro virtudes cardinales, que consiste en moderar los apetitos y el uso excesivo de los sentidos, sujetándolos a la razón.¨ además lo define como ¨moderación, sobriedad y continencia¨. De ello se desprende que la templanza regula la atracción por los placeres y procura el equilibrio en el uso de los apetitos y el dominio de la voluntad junto a la moderación.
La definición dada a la templanza lo acerca a la prudencia en el factor regulador de la Razón para contrarrestar los ¨apetitos¨ en el primero y las emociones y pasiones para el segundo.
Fortaleza
En la definición dada por la Real Academia ¨en la doctrina cristiana, es una virtud cardinal que consiste en vencer el temor y huir de la temeridad¨.
En la Mas:. La fortaleza la he encontrado simbolizada en los tres viajes durante la ceremonia de iniciación, al continuar la marcha con coraje en busca de la luz a pesar de los obstáculos, el miedo y la incertidumbre de lo que vendrá.
Está virtud, que se encuentra reflejada en el significado de la palabra de grado, es necesaria no sólo para continuar con perseverancia cuando parece que todo se desmorona y que nada tiene sentido, sino también, para levantar a quienes son más débiles y se sienten derrotados.
Justicia
El jurista Ulpiano define a la justicia como ¨la constante y perpetua voluntad de darle a cada quien lo que le corresponde". Las palabras del jurisconsulto Romano infiere una voluntad que implica el reconocimiento de lo que se estima justo y bueno.
Las sociedades han definido un conjunto de reglas y normas para mantener la armonía social entre los individuos e instituciones y las múltiples interacciones de éstos. Cuando las acciones humanas se adecúan a dichas reglas y normas, la justicia pierde su contenido abstracto y aparece como una virtud social y concreta.
La Justicia en la Mas:. se encuentra presente en el lema de la Orden: ¨Ciencia, Justicia y Trabajo¨. También la Orden se asienta en los principios de ¨Libertad, Igualdad y Fraternidad, siendo la Igualdad, de acuerdo a la definición de Ulpiano de la Justicia, un elemento esencial del término justicia.
Conclusión
Para finalizar, me parece importante transcribir y recordar un fragmento del interrogatorio en la iniciación al recipiendario, cuando el V:.M:. se refiere a la C.: de R.: y que dice: ¨Ese lugar donde ha estado usted, induce a meditar sobre lo efímero de nuestra vida, indicándonos que debemos aprovechar el tiempo para realizar la misión que el hombre tiene sobre la tierra que habita y en el seno de la Sociedad que lo rodea. Con la permanencia de los candidatos en esa C.:, nos proponemos simbolizar que el Hombre que viene hasta nosotros desde una Sociedad Profana, en la que reina la envidia, el fanatismo, la discordia, la vanidad y otras muchas pasiones que lo esclavizan, necesita morir para ese mundo y renacer en otro distinto en el que impera la Virtud y se practica la fraternidad. El que penetre aquí ha de combatir sin tregua el error, el egoísmo y el vicio; el mal en todas sus formas; todo lo que oscurece la inteligencia, pervierte el sentimiento y esclaviza la voluntad; tendrá que luchar consigo mismo, dominar las pasiones, desechar todo móvil interesado y dedicarse para siempre a la práctica del bien.¨
Al referirse el V:. M:. a que el recipiendario debe morir y renacer en otro mundo donde impera la Virtud, no sólo se refiere a las virtudes cardinales, también, a las virtudes teologales (fe, esperanza y Caridad) y al AMOR, elemento intrínseco de todas las virtudes.
Cumplido V.:M.:
H.: Francisco de Miranda
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