A 37 años del último golpe de estado que abatió las instituciones constitucionales de la República Argentina, recordamos con horror a la aberrante junta militar que torturó y asesinó ilegalmente desde el Estado a miles de argentinos, que robó bebes y que destruyó económicamente nuestro país.
Si a la iglesia católica de Roma en la Argentina le cabe un mea culpa por haber hecho "la vista gorda" ante tanta afrenta, ante tanto horror, sin dudas corresponderá que la Masonería Argentina lleve adelante una declaración un tanto más certera, una toma de posición, para que no quede duda que la libertad, la igualdad y la fraternidad no sólo son palabras vacías que se dicen, sin ningún compromiso para con la sociedad que nos cobija... Sandro M.:M.:
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