martes, 1 de junio de 2010

PATRIOTAS MASONES: MIRANDA


El arco del triunfo para los antiguos representaba una gran victoria militar. Receptando tan noble costumbre, el mismo Napoleón supo construir el suyo en Paris en donde el nombre de un H.·. M.·. de vida legendaria brillará por siempre.
Sebastián Francisco de Miranda Rodríguez, porque así fue llamado, nació en Caracasun 28 de marzo de 1750.
Guerrero de mil batallas, peleó en Africa, en Európa y en América y también supo combatir en el campo de las ideas.
Soño con una America española libre de toda dominación, soño con una patria grande y quiso el G.·.A.·.D.·.U.·. que sus sueños no fueran en vano.
De él Napoleón dijo: “es un quijote que no esta loco; tiene fuego sagrado en el alma”, sedujo al mundo entero con su cultura, su elegancia y sus convicciones. Supo rendir a sus ideas a las personalidades más rutilentes de toda una época.
En el terreno masónico, este hijo de la viuda, inspiró la fundación de la benemérita Logia "Lautaro", que funcionaba en Cádiz, España, donde se iniciaron Simón Bolívar, José de San Martín, Bernardo O'Higgins y muchos de los más notables próceres de la independencia suramericana.
Cuenta la leyenda que se inició en 1783, en una logia de Filadelfia, muy frecuentada por el famoso general francés Mario José Lafayette, quien aparentemente habría sido su padrino de iniciación[1].
Fundó en Londres a fines de 1798 la logia "Gran Reunión Americana.
Fue el autor intelectual de la fundación de la Logia "Lautaro", en Cádiz, España, en 1880.
Brotaron de su ser ideas renovadoras que luego se multiplicaron en nuestra América Latina. Para muchos el arquitecto de la revolución americana.
Mucho tiempo después han dudado de su pertenencia a nuestra augusta orden, aunque tal afirmación choca y riñe con el sentido común.
Un Mas.·. comprometido con la lucha por lograr la libertad, la igualdad y la fraternidad, contagió con sus ideales a muchos otros hombres en pos de un ideal libertador.
Todos de la mano de Francisco de Miranda, abrazaron y juraron con devoción y entusiasmo patriótico, cumplir con los preceptos, que promulga la Masonería: la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad, para luego partir, cada uno a su patria, a emprender sus respectivas gestas que culminaron con la liberación e independencia de toda la América.
De no haber sido porque Miranda sembró en los corazones de todos estos jóvenes la semilla de libertad y los preceptos de la augusta orden, difícilmente se hubiese podido realizar una empresa libertaria de esa magnitud.
Pasó a Oriente Eterno en San Fernado, Cádiz, un 14 de julio de 1816. Sus restos se perdieron en un osario común. Pero su nombre pasó a la inmortalidad, como el Precursor de la Independencia y el Padre de la Masonería Latinoamericana.

A.·.M.·.

[1] Investigaciones posteriores a la publicación de los dos volúmenes de Américo Carniccelli, arrojan bastantes evidencias sobre los contactos de Miranda con Lafayette, que culminaron en su iniciación en una logia de Filadelfia, en 1783.Un historiador británico, llegó a la conclusión de que Miranda se inició en Filadelfia, Estados Unidos, en 1783; recibió el grado de compañero en Londres, en 1785; y el grado de Maestro, en París, en 1797. Esa cronología parece la más ajustada a la verdad, ya que guarda relación con el periplo del Precursor por esos países.

1 comentario:

  1. muy interesante post, con un pequeño error, San Martin no se inicio en la Logia Lautaro, sino en la Logia Caballeros Racionales.

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