Se llama Calendario Masónico el modo de computar el tiempo usado entre los masones. Los principales Calendarios masónicos son siete:
1.º el del RITO SIMBÓLICO. (El más usado en masonería). La era masónica se obtiene añadiendo 4.000 al año en curso. El año masónico va el 1.º de marzo (primer mes) al 28 de febrero (o 29 si es bisiesto) del año siguiente. Febrero es, pues, el duodécimo mes. Los doce meses de este año masónico reciben los nombres siguientes: NISSAM = Marzo; IJAR = Abril; SIVAN = Mayo; THAMUZ = Junio; AB = Julio; ELIUL = Agosto; TISHRI = Septiembre; HESHVAN = Octubre; KISLEV = Noviembre; THEVED = Diciembre; SCHEVAT = Enero; ADAR = Febrero.
2.º el del RITO ESCOCÉS. Es el Calendario hebreo puro. El año principia en septiembre; su numeración se obtiene agregando 3760 a la era vulgar. Los hombres y los días se designan por sus nombres hebraicos.
3.º el del RITO DE MISRAIM. Se reduce a agregar 4004 a la era vulgar.
4.º el del RITO TEMPLARIO. Cuentan como año primero el de la fundación del la Orden, que fue el 1118 de la era vulgar.
5.º el del RITO DE LA ESTRICTA OBSERVANCIA. Toma como año primero el de la destrucción de la Orden de los Templarios, que fue el de 1314.
6.º el de la ORDEN DE REALES ARCOS. Consideran como año primero el de la fundación del segundo Templo de Jerusalén por Zorobabel en 530, antes de Cristo, y escriben la fecha añadiendo 530 a la era vulgar.
7.º el de la ORDEN DE REALES Y SELECTOS MAESTROS. Fechan desde 1000 años antes de Cristo en que quedó terminado el Templo de Salomón, y añaden por lo tanto 1000 a la era vulgar.
Fuente
http://www.diariomasonico.com
Como utopía personal, cada Masón propone elevar su condición de ser social, en la medida de sus propias energías, guiado por una escuela iniciática que lo va formando en torno a principios morales.
Cree en la necesidad de tolerar la opinión contraria respetando la diversidad en las creencias religiosas y en las diferentes filosofías de vida.
Cree entonces, en la Tolerancia como reaseguro a la libertad de pensamiento. Ella actúa como red de contención en los debates y su puesta a prueba permanentemente, va formando al Masón en un hombre con capacidad para escuchar, entender y actuar.
Cree en la Democracia como una trama donde se interconectan las distintas formas de pensamiento y de creencias, dentro de la cual, teniendo como marco el respeto al prójimo y la tolerancia en la divergencia, se propone una sociedad progresista y fraterna.
Cree en la ciencia como factotum del progreso, pero guiada por valores eternos como el de la igualdad ante la justicia; en la igualdad de oportunidades.
Cree en la libertad y en la fraternidad como utopías que el hombre debe proponerse y por Ellas trabaja en su Templo Interior, mediante el estudio de reglas morales y a favor de Una constante actitud ética en todo campo donde actúe.
Cree en la razón que permite descubrir la naturaleza de las cosas, entenderlas y respetarlas pero al mismo tiempo cree en la importancia de las doctrinas religiosas y las tradiciones culturales como formadores del Hombre Sentimental.
Cree en la posibilidad de un Nuevo Humanismo capaz de priorizar, por sobre los intereses personales, empresariales y nacionales, la preservación del habitat de todos los seres.
Porque cree en los medios pacíficos para la resolución de conflictos, se opone a todo fanatismo político o religioso que ponga en riesgo la vida de las personas.
El Masón cree y se guía por dos trilogías fundamentales que sintetizan su intelecto:
CIENCIA, JUSTICIA Y TRABAJO
LIBERTAD, IGUALDAD y FRATERNIDAD
El Maestro Masón se caracteriza por su humildad, rara virtud que incluye tanto el acendrado realismo de quien tiene los pies en la tierra (humus) y es capaz de discernir sus potencialidades y carencias, como la modestia que únicamente brilla en quienes poseen gran fortaleza moral y cierta escondida sabiduría. Realismo, capacidad de discernimiento y modestia son, en la coloratura del verdadero Maestro, lo más opuesto a la cacofónica soberbia de los incapaces, a la fatuidad de los acomplejados, a la prepotencia de los ignorantes.
No tienen cabida, en el espíritu del Maestro Masón, enfermedades morales como la hipocresía, el fanatismo o esa ambición desmedida que lleva a algunos y algunas a azacanearse por descollar y brillar artificialmente –aprovechándose de la Orden y usándola como trampolín meramente profano-, cuando por dentro se percibe de ellos tanta opacidad, casquivanería y peligrosidad social.
Cuenta Ambelain que, encontrándose en Tenida, llamaron a las puertas del Templo. Preguntado el Hermano Cubridor, respondió que quien pretendía entrar debía ser el Gran Arquitecto del Universo, según venía de cargado con brillos, metales y decoraciones… El chiste es facilón, pero lacerantemente certero.
¿Por qué hay Maestros y Maestras que, cargados de más autosuficiencia que Maestría masónica, miran por encima del hombro, sintiéndose absurdamente superiores a sus Hermanos y Hermanas, sobre todo a los Aprendices y Compañeros? Porque no tienen vida, porque personalmente son un fracaso. Entonces usan los brillos y decoraciones para intentar compensar –inútil empresa- y elevarse por encima del resto, cuando saben que ese resto seguramente tiene más vida que ellos.
Qué difícil –si acaso fuera posible- instruir a un Maestro tocado por esta enfermedad.
El único antídoto se llama Aprendizaje: volver a aprovechar la oportunidad que desperdició siendo Aprendiz, y resituarse nuevamente en la dinámica del discipulado iniciático que se le brinda en Francmasonería.
Extractado de un artículo publicado en http://www.hiram-online.com Título original: La Batterie.
El término batería aparece en el siglo XII como “battre” o tunda a golpes, en el sentido de una querella con violencia, una paliza.
En nuestro tiempo se usa desde hace mucho para designar un juego de utensilios de cocina para colocar al fuego y un poco mas tardío como los medios empleados para conseguir algo o al contrario como maquinación, plan, medidas, etc: “colocarse las baterías, cambiar las baterías”
Otra extensión de ese sentido ha dado la manera de batir el tambor en una forma que con el tiempo ha adquirido un cierto encanto (en los ejércitos napoleónicos el batido del tambor llamaba a los soldados a la distribución de víveres, que se hacía sin importar los rangos; llamadas con toques de trompetas y tambores intimando a los sitiados a rendirse o provocando una distracción; hacer sonar tambores y clarines para rendir honores; carga de arrollamiento con el tambor rimándola, diana (batería de tambores y -o clarines para despertar a la tropa) etc.
En los siglos XV- XVI tomo un sentido militar: la acción de disparar sobre el enemigo, de hacer fuego sobre él, una reunión de piezas de artillería y los materiales necesarios para su servicio, se llamaron batería.
De allí proviene también la expresión “batería de decoraciones”, en el sentido de grupo ordenado.
En física una batería es un elemento productor de corriente eléctrica y en psicología por ejemplo se tiene una batería de tests.
En música una batería es una serie de notas destacadas en arpegios sobre un instrumento de cuerdas, o uno de los instrumentos de percusión de la orquesta y aún bajo la influencia del jazz, un instrumento de percusión compuesto de muchos elementos, címbalo, timbal, caja, etc.
En la francmasonería una batería esta formada por una o mas señales sonoras obtenidas golpeando el mallete en el caso de los Oficiales y por los hermanos aplaudiendo o golpeando las manos.
Una batería sería entonces una “frase musical”.
Encontramos dos hipótesis para el origen de la batería masónica: y es que serían heredadas de los herreros martillando el metal o bien de los talladores de piedra al cincelarla.
No se tienen datos del período en que ciertamente aparece en la FM, pero ya está atestiguada en las Divulgaciones como Le Secret des Franc-Macons del Abate Perau aparecido en 1742, lo que la hace remontar por lo menos al principio del siglo XVIII, aunque los “Tres Golpes Nítidos” de 1760 la declaran como mas antigua, en concomitancia con el nacimiento mismo de la FM, los Tres Golpes cantaban el pedido de ingreso al templo formulado por el profano pero también el final de la iniciación.
No faltan aquellos para quienes la batería masónica tendría un origen esotérico particularmente rosacruciano, y aún con “virtudes energéticas” extraídas de la magia blanca!!
Aunque es común a toda la masonería, la batería difiere en el número de golpes y el ritmo según los ritos y obediencias.
Así para los ritos Emulación, Escocés Antiguo y Aceptado y Francés, el ritmo es irregular pero el número de golpes no difiere: 3 para el primero de los ritos, cualquiera sea el grado; 3, ... y ... para el segundo rito y 3, ... y ... según el grado para el tercer rito, en tanto que para el Rito Escocés Rectificado el número de golpes es igualmente, 3, ... y ... pero según un ritmo regular.
La batería masónica puede igualmente puntualizar las ceremonias particulares.
En el Rito Francés se tiene además la batería de duelo que se realiza al finalizar el minuto de silencio marcado por el deceso de un hermano y que a continuación se sigue con una batería de alegría que simboliza la vida.
Siempre en una analogía musical y en referencia particular al tambor, podría decirse sin dudar que la batería del mallete es “clara”, en tanto que aquella de las manos es “sorda” (sordina) puesto que se ejecuta con las manos enguantadas siendo que los aplausos profanos claramente se hacen a mano desnuda, que formarían no una batería sino salvas, truenos, tormentas….
Tal analogía musical hace surgir otras cuestiones: - si la batería del mallete fuese, de cualquier forma una ilustración sonora del trabajo que se hace en Logia, que es el taller adonde se desbasta y cincela la piedra bruta para ir dando forma a una piedra cúbica, para qué “ filtrar” la batería de las manos?
¿Será para, justamente, distinguirla de los aplausos profanos y marcar la tenida - o la… retenida?- de los hermanos reunidos, no para que se distraigan, diviertan, “festejen”, sino para trabajar como en el medioevo cuando los talladores de piedra y los albañiles llevaban guantes de protección?
¿Porqué la batería canta un homenaje o un sentimiento (baterías de duelo, de alegría, de bienvenida) con las manos enguantadas, siendo que la mano desnuda es el signo de la sinceridad, franqueza y que la cadena de unión debe hacerse sin guantes?
¿Podría ser que como símbolo de la pureza de los corazones y de la moral pero también de la igualdad de los hermanos, los guantes agregaran a la batería un elemento de “justicia” que lo elevara de la trivialidad de los aplausos?
Por otra parte, ¿qué hay acerca del número de golpes?
Tres es el número de golpes común a las baterías de todos los ritos, puesto que según los antiguos los tres primeros números tienen una función eminentemente creadora (además fueron tres grandes masones los encargados de la construcción de esa noble obra de arquitectura que es el Templo de Salomón; Salomón mismo, Hiram rey de Tiro e Hiram Abif ...
Para terminar aquí, diré que prefiero personalmente entender que la batería masónica es una frase musical sorda a toda alusión militar o peor aún, guerrera.