A L.:G.:D.:G.:A.:D.:U.:
O.:Bs.As. 30 de octubre de 2013 (e.:v.:)
V.:M.: y QQ.:HH.:
todos:
EL ANCLA –
SIMBOLOGÍA
(Una rápida aproximación)
Esta plancha trazada viene a colación de una
charla que tuve una vez con el recordado H.: R.M. FINOCCHIARO (V.:H.: apropósito de la simbología del ancla o áncora, que como todos pueden notar,
forma parte del emblema de nuestro taller, tanto en nuestra medalla como en
nuestro blasón).
Así las cosas, diremos que el símbolo del
ancla se ha manifestado entre los hombres desde los albores de la humanidad,
puesto que en la medida que el hombre se aventuró a la mar, se vio en la acuciante
necesidad de contar con un elemento que lo fijara en un determinado lugar sobre
las aguas.
El ancla como símbolo habría aparecido -para los de este lado del mundo- en
aquellas zonas que circundaban al mare
nostrum de los romanos: el Mar Mediterráneo, implicando en una primera
aproximación el fiel reflejo de la esperanza o la salvación del hombre que deja
de estar sujeto a las fuerzas de la naturaleza, para ser protagonista de su
destino.
El ancla, como elemento de peso que retiene
al navío, liminarmente ha sido considerado un símbolo universal de firmeza,
solidez, tranquilidad y fidelidad. En medio de los vaivenes del mar y de los
elementos, ella es lo que fija, ata, inmoviliza o asegura el destino de los
hombres.
El cristianismo primitivo tomó nota de esta
simbología y convirtió al ancla en el símbolo de Cristo como aquel que evita el
«naufragio espiritual».
Entre los poetas místicos, el áncora y la
cruz unidas (cruz-ancla) se expresaba la voluntad de no abandonarse a los
remolinos de la sensibilidad humana, fijando la voluntad a la cruz de Cristo
como fuente de toda gracia.
Es conocida la imagen del ancla en la biblia
como sinónimo de esperanza y por ello los cristianos, la adoptaron como un
símbolo de esperanza también en una existencia futura, otorgando un nuevo y
superior significado a un emblema que les era familiar[1].
En la doctrina cristiana, la virtud de la
esperanza ocupa un lugar de gran importancia, Cristo es la esperanza que nunca
falla para aquellos que creen en Él. San Pedro, San Pablo y algunos otros de
los primeros Padres lo expresaron en este sentido, pero es en la Epístola a los
Hebreos donde se conecta por primera vez, la idea de esperanza con el símbolo del
ancla. Las Escrituras dicen que tenemos la “Esperanza” colocada delante de
nosotros, “como un ancla del alma, firme y segura” (Hebreos 6,19-20). La
esperanza de la que se habla aquí, no se relaciona a lo terrenal si no a cosas
celestiales, y el ancla como símbolo cristiano, consecuentemente, se refiere
solamente a la esperanza de la salvación. Se ubica entre los símbolos
cristianos más antiguos[2].
Recuerdo que el Q.:H.: Raúl,
gustaba de pensar que el ancla -tradición de los navegantes del mediterráneo-,
había representado para los HH.: de aquella legendaria logia de españoles
llamada Renovación que giraba bajo los auspicios del G.:O.:E.:, trasplantada en estas tierras, por la
imperiosa necesidad, un punto de arraigo en una nueva tierra con la esperanza
de un nuevo futuro.
Llamo a los QQ.:HH.: a que reflexionemos juntos sobre la
simbología del ancla en nuestras medallas y también en nuestro blasón,
particularmente, como así también, respecto de los muchos otros símbolos
también presentes.
Cumplido
V.:M.:
RCS (SANDRO)
M.:
M.:
[1] Fuente: Hassett, Maurice. "The Anchor (as Symbol)." The Catholic
Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/01462a.htm
[2] Fuente: Hassett, Maurice. "The Anchor (as Symbol)." The Catholic
Encyclopedia. Vol. 1. New York: Robert Appleton Company, 1907. <http://www.newadvent.org/cathen/01462a.htm
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