Las constituciones de Anderson son unas de las obras más importantes para los franc-masones en el mundo. Para entender su contenido -que no daremos aquí por ser largo para un post y facilmente localizable en la red- deberíamos comprender primero un poco el contexto histórico.
Como ya he comentado varias veces, frecuentemente se tiende a analizar los hechos de una época con la mentalidad actual, es un gran error que da lugar a muchos equívocos. Para poder medir en su justa medida el alcance de cualquier hecho histórico es vital conocer el contexto histórico en el cual este se encuentra englobado. Las Constituciones de Anderson no son una excepción, para ver el alcance real de su contenido, para darse cuenta cuan avanzada fue, es necesario verlo desde la óptica de dicha época.
La sociedad inglesa de 1720 se destacaba por su intolerancia, frivolidad e inmoralidad, la iglesia se hundía y el gobierno era impotente. Sin embargo, durante este mismo período Inglaterra conoce profundos cambios. Por otro lado, después de las cruentas luchas políticas y religiosas, llega el triunfo de la monarquía constitucional, del régimen representativo, de la libertad para los protestantes, pero también de la prohibición del catolicismo.
El Parlamento Inglés había tomado prestadas para elaborar la nueva Declaración de los Derechos las ideas de Locke: asegurar la ¡Libertad y la Felicidad del hombre! Sin embargo, tenemos que destacar que esta tolerancia es parcial y está restringida a los cristianos protestantes y anglicanos. Los católicos y los musulmanes son rechazados, los libres pensadores excluidos. Esta limitación, la encontraremos en parte, en las Constituciones de Anderson de 1723 pero en las siguientes será eliminada, lo cual ya es prueba de su modernismo para la época.
Asimismo, Desaguliers formaba parte de la Royal Society y trabajaba muy en cercanía con Sir Isaac Newton, por lo que el nuevo aire de la ilustración encontró un camino de entrada a su través. Las obras de Newton originan la nueva orientación científica de la época y trae el cambio de espíritu radical que nos ha transmitido Voltaire.
Nacidas en este contexto, en 1723 Desaguliers, que no debemos olvidar participo junto con Payne en la elaboración de las mismas, no ha ignorado el concepto de Tolerancia propuesto por Locke y ha tenido en cuenta el principio de separación de los poderes eclesiástico y estatal. La publicación de las Constituciones marca además el deseo de establecer una historia de la Masonería que afirme su filiación operativa y tradicional sin poner en riesgo el aspecto jurídico del texto
Ahora que sabemos más o menos en que ambiente nos movemos podemos indicar una breve cronología de cómo fueron desarrollándose los pasos que llevaron a su creación. Aunque un poco más arriba he comentado que Payne ordenó a Anderson la redacción de las Constituciones esto no es del todo correcto. Quien realmente dio la orden fue el Duque de Montagu, si bien fue durante el mandato de Payne y con la ayuda de este y Desaguliers que estas fueron tomando forma; sin embargo no adelantemos acontecimientos y vayamos paso a paso.
Tanto George Payne como Desaguliers eran recopiladores de documentos masónicos antiguos. Si bien bajo el periodo de mandato de Desaguliers en una decisión controvertida, ordenó quemar varios manuscritos masónicos para evitar que fuesen a manos profanas. Este exceso de celo masónico originaría una pérdida de valiosos elementos de investigación histórica.
Durante el mandato de Payne y Desaguliers se acercaron a la Masonería muchos nobles, entre ellos el Duque de Montagu, que fue elegido Gran Maestro el año 1721. El día 25 de Septiembre de ese mismo año, Montagu encarga James Anderson que presentase un proyecto de Constitución compilando las antiguas Constituciones Góticas de los gremios Alemanes promulgadas en 1459, también conocidas como Ordenanzas de la Asociación de Logias de Constructores y que agrupaba a las Grandes Logias de Estrasburgo, Viena, Colonia y Berna.
El motivo de ese encargo fue el crecimiento experimentado por la Gran Logia de Inglaterra, lo cual hizo ver la necesidad de crear una Constitución como medio de control de la institución.
Se sabe que tanto Payne como Desaguliers colaboraron con James Anderson de manera muy cercana poniendo a su disposición gran parte de la documentación que ambos conservaban sobre la antigua masonería. El reverendo Anderson ( era Pastor Protestante) se dedicó con especial interés a su trabajo. El 27 de Diciembre de 1721 se designó una comisión de 14 hermanos entre los que estaban el propio Anderson, el pastor Desaguliers y el anticuario Payne. La obra fue aprobada en una reunión solemne en el Asamblea de la Gran Logia el 17 de Enero de 1723, dirigida por el Gran Maestro Duque Felipe de Wharton.
Después de la aprobación de la Constitución, la obra fue publicada en la revista “Postboy” y autorizada su venta libre el 28 de febrero de 1723. La obra, aún cuando todo el trabajo fue realizado por Anderson, llevaba una dedicatoria de Desaguliers al ex Gran Maestro Duque de Montagu, bajo cuyo mandato fue ordenada su redacción.
El libro tenía una corta historia de la masonería desde la creación del mundo, los Antiguos deberes o Leyes Fundamentales (Old Charges), las 39 obligaciones o 39 artículos de los Reglamentos Generales, la aprobación del libro, los 6 artículos de la Constitución propiamente dicha y 4 canticos masónicos (Canción del Maestro, Canción del Vigilante, Canción de los Compañeros y Canción de los Aprendices). La constitución no hace referencia alguna a grados superiores ni a la leyenda de Hiram Abif.
La publicación de la primera edición del Libro de las Constituciones creó polémicas muy fuertes en todos los ámbitos sociales. El artículo más polémico de la Constitución acabó siendo el nº 1 (Dios y la Religión), que establece que:
“Un masón está obligado, por su condición, a obedecer a la Ley moral, y si entiende bien el Arte, no será jamás un ateo estúpido, ni un Libertino irreligioso”.
Este articulo, tal como esta redactado fue interpretado como un ataque a los ateos, eso hizo, entre otras cosas que Anderson fuera llamado de nuevo en 1735 para preparar una Segunda edición de su obra. En esta segunda edición aprovechó para introducir una importante modificación en este controvertido artículo y el 25 de Enero de 1738 entregó el producto de su trabajo al que añadió una lista de todos los Grandes Maestros desde 1717 hasta la fecha.
El artículo 1º fue modificado y redactado de esta manera:
“El masón está comprometido por su cualidad misma, a obedecer la ley moral, como un verdadero noaquita (Discípulo de Noé)”
Sin embargo, ni siquiera esta redacción fue definitiva, el año 1813 se publicó una tercera edición que volvió a ver modificado dicho polémico artículo, que quedo como sigue:
“Un Masón está comprometido, por su cualidad misma, a obedecer la ley moral e si entiende bien el arte, no será nunca un ateo estúpido ni un libertino sin religión, siempre que crea en el glorioso Arquitecto del Cielo y de la Tierra y que practique los deberes sagrados de la moralidad”
Se terminaba así con la obligación de practicar la religión del país en el cual morase el masón, pudiendo mantener su creencia religiosa original.
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