sábado, 19 de febrero de 2011

¿DON ARTURO JAURETCHE HERMANO MASON?

Queridos Hermanos directamente desde la gran obra: "La Masonería II - Tradición y revolución" de Don Emilio  J. Corbiere, puede leerse:
"Las fuentes documentales y otras me permitieron determinar nuevos masones que por razones de tiempo, ya que el autor falleció a principios de 1981, no figuraron en el libro de Lappas. Por ejemplo, Arturo Jauretche, que fue iniciado en 1934, de la mano de Gabriel Del Mazo. Eso ocurrió después del sangriento levantamiento radical yrigoyenista de Paso de los Libres (Corrientes) y Jauretche se refugió en la masonería para lograr protección. El periodista Rogelio García Lupo me dijo que cuando actuó con Jauretche en la intervención de EUDEBA, en 1973, aquél le refirió la historia de su ingreso a la masonería que realizó junto a Atilio García Mellid. Como este último, al parecer, tenía buena voz, los masones de la logia lo hicieron "orador" de ella. La represión del gobierno justista fue implacable con los revolucionarios radicales pero, como Agustín P. Justo y Julio Argentino Roca (hijo) eran masones, miraron para otro lado con los masones insurgentes. El padre del general Justo, de profesión abogado, había sido Gran Maestre y Roca (hijo) perteneció a la "Logia Voltaire" de Córdoba. Su padre, el general Julio Argentino Roca, no perteneció a la masonería, pero durante sus mandatos al frente del Poder Ejecutivo cumplió con el proceso de secularización. Casi todos sus ministros eran masones militantes. En cambio, el general Rudecindo Roca, hermano y tío de Julito Roca, fue Gran Maestre de la masonería argentina...". (Fuente: http://www.elaleph.com/vistaprevia/286427-4/).
No estoy descubriendo nada -y menos yo-, pero gracias a buscadores de la verdad, se destrozan contra el piso las mandíbulas de los nacionalistas a ultranza vestidos con el ropaje católico, rosista y también de la derecha peronísta por un lado -muchos de ellos cuasi nazis para que negarlo-, y por el otro, la de los antiperonistas "ordenados", hermanos de la sociedad elitista, odiadores consuetudinarios de los "cabecitas negras" y sus bombos infinitos. (Y este recuento no es taxativo...), porque se plantea algo así, como aquel odio pueril de los historiadores de la corriente tradicional, y también los amigos del Instituto Sanmartiniano, que no supieron como negar (quema esa cartas! dijo uno!!) que San Martín (otro masón) le legó su sable a Don Juan Manuel, en aquella oportunidad en que los intereses del citado el último término,  coincidieron con los mismos de la patria.
Por los que buscan la verdad, gracias! porque muchos en el campo de las ideologías, se pelean entre ellos, pero me parece que vienen siendo lo mismo...

viernes, 18 de febrero de 2011

MANIQUEISMO y ANTIMASONERIA por el H.·. Sandro

Si hay algo que debe caracterizar a nuestra augusta orden es la ausencia de maniqueísmo.
El maniqueísmo es justamente la antinomia de la masonería. Para mi modesto entender, una contradicción insalvable.
En términos históricos, dice Wikipedia, que el maniqueismo "es el nombre que recibe la religión universalista fundada por el sabio persa Mani (o Manes) (c. 215-276), que se creyó el último de los profetas enviados por Dios a la humanidad. El maniqueísmo se concibe desde sus orígenes como la fe definitiva, en tanto que pretende completar e invalidar a todas las demás. Al rivalizar en este sentido con otras religiones, como el zoroastrismo, el budismo, el cristianismo y el islam, de sus contactos con ellas se derivaron numerosos fenómenos de fusión doctrinal..."
Y en lo concreto podemos verla como el eco de una confianza en la perfección de uno mismo, de sus ideas y de su moral, y lógicamente, el supino desconocimiento de las ideas contrarias, e incluso invirtiendo el sentido de las mismas.
Yo pienso que el enemigo acérrimo de los masones es el maniqueísmo político  montado en la ideología visceral. 
Entiéndase, no estoy a favor de un relativismo a ultranza y, máxime en términos políticos, pero soy de la idea que la piedra comienza a pulirse, por ejemplo, cuando uno trabaja sobre estos conceptos, y derriba los propios fanatimos profanos.   
Desde esta humilde tribuna abogamos en contra del mismo.
Para terminar, una sencilla anécdota: 
Un Q.:H.: del taller en una cena fraternal dijo por lo bajo y entre bueyes perdidos, que él era un "poco kichnerista", bueno, esa MESURA, es la que debe primar en todo masón, máxime, en un Maestro. 
Seguiré aprendiendo de este gran H.:, comparta o no su ideas políticas.
TRIPLE ABRAZO FRATERNAL!

domingo, 13 de febrero de 2011

EL TIEMPO EN LOS TRABAJOS y LA LINEA DE SUCESOS por el Q.:H.: Sandro


EL TIEMPO EN LOS TRABAJOS y LA LINEA DE SUCESOS (plancha de julio 2010 e.:v.:)

Tanto Aristóteles como Newton, pensaban que el tiempo era absoluto, es decir, ambos creían que se podía afirmar inequívocamente la posibilidad de medir el intervalo de tiempo entre dos sucesos sin ambigüedad alguna, y que dicho intervalo de tiempo sería a su vez, el mismo para todos aquellos que lo midieran, siempre y cuando utilizaran un buen reloj. Al amparo de estas ideas el tiempo estaba totalmente separado y era independiente del espacio. Estas nociones fueron barridas por la tan mentada teoría de un desconocido burócrata de la oficina de patentes de Suiza.
Ahora bien, ¿como se relacional el tiempo y el espacio con nuestro trabajo en el taller?
En primer lugar hay recordar que es en física un “suceso”:
Un suceso es algo que ocurre en un punto particular del espacio y en un instante determinado. Por ello, se puede describir por medio de cuatro números o coordenadas… tres coordenadas espaciales… y una medida de tiempo… A menudo resulta útil pensar que las cuatro coordenadas de un suceso especifican su posición en un espacio cuatridimensional llamado espacio tiempo.”1
Por ejemplo el sol se apaga en este mismo instante, este suceso solamente será percibido en la tierra con una diferencia de ocho minutos que es tiempo que tarda la luz en llegar hasta nosotros. Nuestros ojos ven un suceso que ocurrió hace ocho minutos y nos parece que tal acontecimiento está ocurriendo en este momento.
Notemos que en el interior de templo masónico: “el tiempo y el espacio son concebidos… en forma independiente al tiempo y al espacio de la realidad que se abre más allá de sus puertas”2. En razón de ello importan un suceso en si mismo, o dicho en otras palabras, una posibilidad mental del espacio tiempo.
Para un observador externo, en este momento son por ejemplo las veintiún horas de un día miércoles de julio de 2010, pero para nosotros, ubicados en la línea de sucesos, esto es, puertas adentro, el tiempo es otro. Como reza nuestra liturgia en este momento es de día y probablemente sea un bello día, puesto que los aprendices abren los trabajos a las doce del medio día en punto, cuando el sol se encuentre en el cenit y los cierran a media noche, también en punto.
Para este mismo observador, las horas que los Masones estamos bajo el egregor de la logia, ni siquiera equivale a doce horas, si no tan solo a algunas pocas, un par, por ejemplo.
Pero para nosotros, que estamos inmersos en líneas de los sucesos, estos acontecimientos equivalen simbólicamente a doce horas de trabajo.
Para terminar, si el sol se apagara en este instante, simbólicamente para nosotros este brillaría por siempre, por que cuando estamos trabajando en logia, nuestra línea de sucesos, por lo menos en un plano poético, no se encontraría en el mundo profano.

1 Stephen W. Hawking, Historia del Tiempo, Bs. As. 1992, Editorial Planeta Argentina S.A.I.C., p. 44.
2 Ritual & Libro de Aprendiz Masón, Primer Grado del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, p.45.

Fuente foto http://bp1.blogger.com/_sYyNDDwtVaQ/SBGqaw4XiBI/AAAAAAAAAC0/LqvFdr7EWGA/s1600-h/reloj.jpg

EL TEMPLO, UNA ALEGORIA DE LA CREACIÓN

Raimon Arola y Lluïsa Vert 
Discurso visual sobre el lugar donde se produce el contacto entre el cielo y la tierra. Este lugar, sagrado y secreto, está simbolizado por el templo.

El templo, una alegoría de la creación.
Al principio los hombres y los dioses vivían en armonía y el cielo y la tierra eran una sola cosa. Cuando apareció la discordia, el caos se apoderó de la tierra, el hombre fue expulsado del paraíso y los dioses se retiraron al cielo.
Pero a pesar de todo existe un lugar donde siempre ha sido posible el contacto entre el cielo y la tierra. Este lugar sagrado y secreto está simbolizado por el templo.
El templo, imagen visible de una experiencia interior, alude a una geografía sutil que, si bien coexiste con las formas exteriores, no pertenece al mismo nivel de realidad. El templo simboliza el lugar oculto que se revela cuando lo superior y lo inferior se unen indisolublemente. Por eso el hombre, el profeta, es el templo vivo por excelencia, pues en él reside la presencia divina en la tierra.
En el templo se contemplan tres procesos simbólicos fundamentales: el templo primordial, el templo destruido, y el templo reconstruido en la eternidad. La tradición judía relaciona estos procesos con el sueño de Jacob, cuando exclama: «¡Qué terrible es este lugar! Esto es, dicen los rabinos, para enseñar que el Santo, bendito sea, le mostró el templo construido devastado y reconstruido» (Midrash haGadol). Un proceso similar sucede con el hombre. Primero fue creado a imagen de Dios, después, sobrevino la falta y la consiguiente expulsión del Paraíso, y por último aparece el nuevo Adán, regenerado en su cuerpo glorioso, que viene a juzgar a los vivos y a los muertos.«El templo del Señor es su gracia dentro de nuestro corazón, y el sacrificio es su amor por nosotros y nuestro amor por él» (El Mensaje Reencontrado 19, 47').


sábado, 5 de febrero de 2011

El SOL DEL 25 VIENE ASOMANDO

SIMBOLOGÍA MASÓNICA DEL SOL INCAICO


La primera bandera argentina constaba de un cuadro celeste cosido a un cuadro blanco de igual tamaño (las medidas son imprecisas, pues estas banderas eran elaboradas por militares en servicio en circunstancias a veces adversas que no permitían tomar tanto tiempo en la elaboración de un distintivo). Se cambió paulatinamente al diseño de fajas horizontales debido a que en ocasiones las banderas eran de tamaños desproporcionados y debían izarse de formas distintas. La bandera menor citada está dividida en tres franjas horizontales de igual tamaño, de color celeste la superior e inferior, color blanco la central y un sol en la mitad de la franja blanca.
Posteriormente, en 1818 se define a la bandera mayor durante el gobierno de  Juan Martín de Pueyrredón, incluyéndole el sol incaico. Este sol aparece en el centro de la bandera. Es un sol figurado con rostro humano, de color oro amarillo con treinta y dos rayos: 16 flamígeros apuntando o "girando" en sentido horario, y 16 rectos colocados alternativamente, según diseño de la  Juan de Dios Rivera (apodado "El Inca", ya que era descendiente de una ñusta ), quien adoptó el símbolo del Inti  o Sol inca como emblemático de la nación argentina. Manuel Belgrano aceptó este añadido, llamado también Sol de Mayo,  ya que en la nubosa y lluviosa jornada (en la ciudad de Buenos Aires) del 25 de mayo de 1810, asomó el sol en el cenit. Esta bandera tenía el color basado en un azul más oscuro.
Fuente foto y texto http://es.wikipedia.org/wiki/Bandera_argentina

Simbología Masónica de la Bandera Cubana

La bandera de la estrella solitaria fue diseñada de la siguiente manera: Las tres franjas azules turquí representan los tres departamentos militares en los cuales la colonia de Cuba estuvo políticamente dividida por la Corona durante aquella época (Occidente, Centro y Oriente). Las dos franjas blancas representan la pureza de todos los patriotas cubanos. El triángulo equilátero rojo que se encuentra a la izquierda, representa la sangre derramada por los patriotas durante las guerras de independencia. Los patriotas (López y Teurbe Tolón) “eran masones y no tardaron en aceptar el triángulo que es símbolo de la Providencia” (Nuñez García, Ricardo. La Otra Imagen de Cuba. Ediciones Universal. Miami, 1965). Para la masonería, el triángulo rojo también “simboliza la grandeza del poder que asiste al Gran Arquitecto del Universo y cuyos lados iguales aluden a la divisa masónica de libertad, igualdad, fraternidad y a la división tripartita del poder democrático. La estrella de cinco puntas significa la perfección del maestro masón: la fuerza, la belleza, la sabiduría, la virtud y la caridad. La bandera comprende además en su integración los tres números simbólicos. El tres (tres franjas azules) representa la armonía perfecta; el cinco, resultado de la suma de todas las franjas, significa el espíritu vivificador, que perpetúa la naturaleza; y el siete que se obtiene al sumar el triángulo y la estrella es un número considerado divino por los judíos y los griegos.” (Ponte Domínguez, Francisco J. La Masonería en la independencia de Cuba. Editorial "Modas Magazine." La Habana, 1954). La estrella blanca en el centro del triángulo rojo (al principio tenía una punta dirigida hacia el extremo derecho del triángulo) también representa la unión del pueblo cubano en un solo fulgor.
Tanto la bandera como el Escudo Nacional cubano fueron diseñados por el H.: Mas.: Miguel Teurbe Tolón. Las especificaciones de diseño de ambos fueron establecidas por el primer presidente de Cuba,  Tomás Estrada Palma, mediante decreto, el 21 de abril de 1906 y han permanecido sin modificaciones desde entonces.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Bandera_de_Cuba

miércoles, 2 de febrero de 2011

LOGIAS PRINCE HALL

La integración de hermanos de raza negra en las logias masónicas parece remontarse al siglo XIV, ya que, según refiere A. Roberts, eran mencionados en los reglamentos de los masones operativos, redactados en el Guildhall de Londres en 1356. Por otra parte, en los países de ultramar en los que los colonizadores europeos (también españoles) crearon logias especulativas, los hombres negros, libres y con suficiente formación básica, eran siempre admitidos, aunque el sistema económico imperante restringiera su número y no faltaran las discusiones sobre la idoneidad de ciertos candidatos. Afortunadamente esas injustas circunstancias fueron mutándose y, como resultado, hoy día son varias las Grandes Logias independientes existentes en África, Asia e Hispanoamérica.
En 1775 fueron iniciados en Boston quince hombres de raza negra. Uno de ellos se llamaba Prince Hall. La iniciación se llevó a cabo en el seno de una Logia militar irlandesa que abandonó la ciudad poco después. Los masones negros formaron entonces su “Logia Africana Nº 1”. En 1784 Prince Hall y sus Hermanos solicitaron la integración de esta Logia en la Gran Logia de Massachusetts, pero les fue denegada, por lo que dirigieron nueva petición a la Gran Logia de Inglaterra (la andersoniana, existente hasta 1813), con resultado positivo. La “Logia Africana” de Boston figuró con el número 459 en el elenco de la Gran Logia de Inglaterra. Sin embargo, tras la desaparición de aquella Gran Logia Madre, en 1813, la nueva Gran Logia Unida abandonó a los Hermanos negros de Boston, según expone Roberts, de la misma forma que hizo con gran número de logias americanas fundadas o admitidas en el seno de la primitiva Gran Logia de Inglaterra. La razón aducida fue la falta de información regular sobre las actividades de aquellas logias.
A partir de 1789 los masones de “La Africana” crearon otras logias en Providence y en Nueva York y formaron así, en la práctica, una Gran Logia Africana, con el H. Prince Hall como Gran Maestre. Esa situación se oficializó en 1827, mediante una comunicación enviada a todas las Grandes Logias. Éste fue luego el punto fuerte de la discusión que se suscitó a lo largo del siglo pasado sobre la legalidad de la Gran Logia negra de Estados Unidos y que ha durado hasta nuestros días, en que el tema parece haberse zanjado. Lo injusto de la situación que se creó con la actitud obstinada de las Grandes Logias americanas es puesto de relieve por Allen Roberts, señalando que la creación de nuevas logias a partir de las preexistentes había sido habitual en las colonias americanas y muy concretamente en Virginia. Debemos añadir que la fórmula fue también habitual en Europa, en períodos y circunstancias conocidos. Las logias así fundadas solicitaban luego, generalmente, su integración en el seno de alguna federación, sometiéndose a las pruebas de legitimidad oportunas, o formaban nuevas federaciones, facilitando información masónica sobre su constitución legítima, a fin de establecer las relaciones de convivencia masónica necesarias. Con arreglo a este criterio, que fue el de la Gran Logia Madre de 1717, se creó la Gran Logia de Francia en 1736.
En 1847 la Gran Logia Africana adoptó el nombre de su fundador, pasando adenominarse Gran Logia Prince Hall. Hoy día existen Grandes Logias Prince Hall en todos los Estados de la Unión. Los rituales o métodos de trabajo masónico que utilizan son semejantes a los de las restantes masonerías, imprimiéndoles carácter propio, como ocurre siempre. Notables miembros de otras Grandes Logias americanas han colaborando esporádica y fraternalmente con Prince Hall en la elaboración de rituales y reglamentos, como lo hizo durante años el Hermano John Dove, uno de los más importantes ritualistas norteamericanos de su tiempo.
Me parece importante reproducir aquí literalmente algo de lo que el H. Allen Roberts explicó respecto a su intervención en la Conferencia de Grandes Maestres americanos de 1989, refiriéndose a los recelos de las Grandes Logias respecto a Prince Hall:
“Abogué en pro de que la Francmasonería pusiera en marcha su Fraternidad y su Universalidad en el seno de la Orden. La Gran Logia de Connecticut se hizo eco de ello ese mismo año. Después, alrededor de otras
veinte Grandes Logias de Estados Unidos y Canadá han establecido relaciones fraternales con Prince Hall.
Pretendemos que exista la universalidad masónica, pero ¿la hay ya?"
(Extracto de “Respuesta masónica-Edición revisada”, de Amando Hurtado. edit.masónica.es, en 2010)