Recorrido por la sede principal de la Gran Logia Unida de Inglaterra, un  espléndido palacio art déco que guarda secretos de la masonería y los  exhibe detrás de pesadas puertas de bronce, sin perder su halo de  misterio.
LONDRES.- La procesión de hombres de traje negro y  guantes blancos, con sus mandiles bordados en oro y collarines de los  que cuelgan escuadras, varas cruzadas, espadas y palomas, se dirige  hacia las pesadas puertas del Gran Templo. Son unos cincuenta hermanos  de una de las sociedades más discretas y sobre la que más se ha escrito:  la masonería.             
El grupo está presidido por su alteza real, el duque de  Kent, primo de la reina Isabel II. Este hombre, que ya orilla los 80  años, nieto del rey Jorge V, es el Gran Maestre actual de la Gran Logia  Unida de Inglaterra.
Se abren las puertas e ingresa el cortejo de altos  dignatarios. Se cierran y en su interior se desarrolla una ceremonia  vedada a los ojos profanos.
Pero fuera de los momentos en que se cumplen estas  reuniones de masones, todo el espléndido palacio art déco, sede de esta  fraternidad en Inglaterra, puede ser recorrido por cualquiera. Al 60 de  Great Queen Street, a un par de cuadras de la estación Holborn del  subterráneo y a 400 metros de Covent Garden, Freemasons' Hall no sólo  puede visitarse, sino que ha sido escenario de películas y series  televisivas. Algunos ejemplos, las historias para TV de Hercules Poirot  (protagonizada por David Suchet), el London Fashion Week y hasta un  video del grupo Westlife interpretando Mandy. El lugar se alquila  también para diversos encuentros de negocios y fiestas.
En la página oficial de la masonería inglesa tenemos un recorrido virtual por el lugar. Está en 
www.ugle.org.uk/freemasons-hall . Aquí, además del recinto principal hay otros 21 templos para 
 tenidas  , como se denomina a las reuniones de masones.
 
Los tiempos cambian para la Gran Logia Unida de  Inglaterra, institución fundada en 1717 sobre la base de cuatro logias  preexistentes. Según datos que se brindan en la página oficial de esta  institución hay 330.000 masones ingleses y galeses, organizados en 8000  logias. En todo el mundo, según esta fuente, los integrantes de las  grandes logias de los diferentes países superan los 6 millones.
Siempre envuelta en un halo de misterio y creencias  contrapuestas, la masonería más que una sociedad secreta es una sociedad  discreta, pues en cualquier ciudad del mundo podemos encontrar  fácilmente sus edificios. Pero sus reconocimientos mutuos a través de  señas y movimientos corporales siguen alimentando el enigma.
 Argentino entre ingleses 
Una mañana cálida de este otoño boreal, quien esto  escribe llegó a las impresionantes puertas de la esquina del edificio.  Pero por allí sólo se ingresa en contadas ocasiones y para determinadas  ceremonias. La construcción es imponente y en su vecindario encontramos  tiendas que venden indumentaria masónica y hasta un pub llamado The  Freemasons Arms.
La sede de la masonería inglesa, construida entre 1927 y  1933, se levanta donde, desde hace más de 250 años, han existido templos  de la orden. El de la actualidad es un monumento a los muertos en  batalla durante la Primera Guerra Mundial.
A la izquierda, por Great Queen Street, está el ingreso  habitual de visitas y masones. Apenas se pasa la entrada de vidrio hay  dos porteros con chaqueta roja que informan a los visitantes. "Si viene  por las visitas guiadas tiene que esperar hasta las 11, que es la  primera. Puede hacer tiempo en el edificio o volver después", dice uno  con una sonrisa apenas perceptible.
Bajando unos escalones se llega a la tienda de recuerdos,  indumentaria masónica y librería. Un mandil, o apron, cuesta unas 50  libras. Hay pines, remeras con la escuadra y el compás, jarros con asa  con el escudo de la masonería inglesa y otros suvenires.
Las visitas guiadas son gratis y se realizan hasta las  16, con una duración aproximada de una hora. El guía que le tocó en  suerte a este cronista y al resto de los diez integrantes de su grupo de  visitantes era un masón de unos 60 años. Dio la bienvenida en nombre de  la Gran Logia de Inglaterra y nos condujo al museo y la biblioteca.  Ambos abiertos a los investigadores e historiadores no necesariamente  masónicos, atesoran libros de actas varias veces centenarias de logias  desparramadas por el orbe, allí donde llegó el Imperio Británico, o un  mandil que perteneció al hermano sir Winston Churchill, copas, espadas,  estandartes.
El conductor del tour recordó: "Tuvimos varios reyes masones, como Jorge VI (el monarca de la historia de la película  El discurso del rey   , pese a sus dificultades para hablar en público), Eduardo VII y  Eduardo VIII, así como el duque de Wellington, Alexander Fleming (el  descubridor de la penicilina), los escritores Rudyard Kipling y sir  Arthur Conan Doyle, y el actor Peter Sellers".
"¿Por qué tantos secretos?", le preguntamos al guía. Con  cara de póquer, nos respondió: "Esta es una sociedad iniciática y, por  ende, se deben ir adquiriendo los conocimientos de manera gradual.  Seguro ahora me preguntará por qué no mujeres en las logias, y ya le  respondo que los antiguos picapedreros y arquitectos de las catedrales  de la Edad Media eran sólo hombres. Seguimos esa tradición. Por otra  parte, hay logias femeninas si ellas quieren ser también masones".
Avanzamos por un pasillo ceremonial por donde  tradicionalmente se dirigen las autoridades de la Gran Logia al templo  mayor. Revestido con paneles de caoba, pisos de mármol y mosaicos, lleva  previamente al recinto donde se cambian los dignatarios. Allí, entre  muebles para colgar la ropa que traen de la calle hay varios cuadros de  ex Grandes Maestres.
Luego entramos en el Gran Templo. Para hacerlo,  atravesamos las puertas, dos gruesas hojas de bronce, cada una con un  peso de una tonelada y cuarto, aunque tan bien diseñadas que se mueven  sin ningún esfuerzo, con un dedo. Las puertas tienen labradas escenas de  la simbología de la fraternidad.
El Gran Templo, con capacidad para 1700 personas  sentadas, es imponente. Orientado siguiendo los cuatro signos  cardinales, tiene en el lado correspondiente al Este el sitial del Gran  Maestre de la orden. Las paredes tienen mármol de Botticino. Los doce  signos del zodíaco están representados en un friso y el techo, cubierto  de mosaicos. Los tronos de las más altas autoridades están tapizados en  seda de Damasco.
A la salida nos llevan a un memorial con un altar que  representa el sacrificio de los hombres y las mujeres de las fuerzas  armadas durante la Primera Guerra Mundial. A su alrededor están tallados  los nombres de los grupos de la Gran Logia de Inglaterra que desde  todas partes mandaron fondos para la construcción del edificio. Hay una,  la 3466, que se llama Belgrano. Le preguntamos al guía: "¿Es una logia  de masones anglo-argentinos, de argentinos que viven en Inglaterra o de  ingleses que residen en la Argentina?". El guía nos respondió: "No lo  sé; y si lo supiera, posiblemente no se lo diría"
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1433033-visita-guiada-al-templo-de-la-discrecion#comentar