lunes, 20 de junio de 2011

PATRIOTAS MASONES: BELGRANO



LAS IDEAS DE BELGRANO
Ciento noventa y un años después del fallecimiento de Manuel Belgrano, los hijos de la viuda recordamos en estas fechas, el paso por el mundo de este hombre que supo ser abogado, economista, periodista, político y militar revolucionario y quien además, en las horas más inciertas de nuestra patria, enarboló por vez primera nuestra enseña nacional.
En el presente trabajo me centraré en el pensamiento de nuestro recordado prócer y H.: Manuel Belgrano, promotor de algunas de las primeras instituciones educativas y culturales del país.
En primer término trataré someramente sobre la formación intelectual del patriota, para luego referirme derechamente a su actuación en el Consulado e indicar algunas de sus ideas que considero de importancia destacar.
1.- La formación de Belgrano.
Manuel Belgrano vio la luz un 3 de Junio de 1770, en esta Ciudad, estudió en el Colegio de San Carlos y luego en España en las Universidades de Salamanca y Valladolid.
En 1793 se recibió de abogado y en 1794, ya en Buenos Aires, a los 23 años de edad, tomo su cargo como primer Secretario, del recientemente creado Consulado.
Comparto la opinión de Varo y Coria1 en relación de los afluentes intelectuales que bregaron en la joven mente del prócer (la cual reproduzco a continuación): “Belgrano se formó filosófica y económicamente dentro del movimiento intelectual racionalista y liberal que caracterizó al siglo XVIII. Sus maestros fueron principalmente Adam Smith y Francisco Quesnay, cuyas principales obras económicas marcaron en forma indeleble el pensamiento del prócer. Debe reconocerse, además, la no menos interesante influencia de autores no tan liberales y con alguna reminiscencia mercantilista como fueron Ferdinando Galiani y Antonio Genovesi. Estos autores, le proporcionaron un punto de vista relativamente ecléctico entre la abstracción y generalización smithiana y el pragmatismo mercantilista absoluto. También pasaron por sus manos dos obras de Condillac: Lógica y Ensayo Sobre el Origen del Conocimiento Humano.”.
Los libros y autores leídos, propiciaron en el joven Belgrano, el reconocer las deficiencias de la sociedad de su tiempo, así como la imperiosa necesidad de llevar adelante cambios radicales, señalando “los remedios orgánicos para los males crónicos” que aquejaban a estas tierras.
Lamentablemente, dentro del propio Consulado, no encontró mayores ecos, y en palabras ulteriores del propio Belgrano, dejó constancia de su descontento: “Mi ánimo se abatió y comprendí que nada se haría en favor de las Provincias por unos hombres que por sus intereses particulares posponían el del común, sin embargo, ya que por las obligaciones de mi empleo podía hablar y escribir sobre tan útiles materias, me propuse al menos echar las semillas que algún día fuesen capaces de dar frutos”.
Tampoco sus ideas tuvieron repercusión alguna en España. Muy por el contrario, recordemos que Belgrano en sus tiempos de Secretario del Consulado, logró la creación de una Academia de Dibujo y otra de Náutica, las cuales dieron inicio a sus actividades en la propia sala del Consulado contigua a la Secretaría, pero el gobierno de Madrid hizo clausurar la Academia de Dibujo, aunque la Academia de Náutica llegó hasta 1807, y finalmente también fue suprimida.
Belgrano predicaba reformas, pero en el Río de la Plata los intereses eran mezquinos y poderosos y el gobierno de España a contramano de la historia, si no llevaba la razón a las tierras peninsulares, menos las dejaría florecer en estas tierras.
Pero su liminar tarea no fue vacua. Obstinado cual educador, armado de paciencia, depósito sin dudar, la entera confianza, en el porvenir de la patria.
2. Los libelos: Las Memorias.
Belgrano como Secretario estuvo 16 años en el Consulado. En opinión de algunos autores,2 los discursos doctrinarios y consejos prácticos que llevó adelante anualmente (Memorias), con motivo de la apertura de sesiones, fueron en total 13, restando las de 1794, 1796 y 18013.
Sin perjuicio de ello, es oportuno dejar también en claro, que no existe un criterio uniforme sobre la cantidad de Memorias escritas por Belgrano en cumplimiento de sus funciones como Secretario del Consulado.
Algunos autores como Luis Gondra4 refieren que el número de éstas llega a cinco; otros autores llevan ese número a doce; Mario Belgrano5 en particular indica que son quince en total; incluso Pedro Navarro Floria6 estira un poco más es número, a dieciséis, aunque lamentablemente conocemos tan sólo el contenido de siete de ellas.
Estas Memorias resultan de capital importancia, puesto que contienen lo más destacado del pensamiento auténtico de Belgrano.
Para completar el pensamiento Belgraniano, restaría nombrar su participación en el “Telégrafo Mercantil”, primer periódico del Río de la Plata, desde 1801, y desde el 3 de marzo de 1810 su participación en el "Correo de Comercio", el cual dirigió.
Todos estos foros, fueron como una caja de resonancia de la doctrina de Manuel Belgrano que ha llegado hasta nosotros.
3. Algunas ideas y su vigencia7.
En este apartado, referiré alguna de las ideas salientes del pensamiento Belgraniano, entre ellas vinculadas a aspectos económicos, sociales, así como también políticos. Belgrano abogo por:
* Fomentar la agricultura, animar la industria, y fomentar y proteger el comercio, en forma coordinada, construyendo caminos.
* Señala la necesidad de cultivar lino y Cáñamo, así como el modo y lugar para hacerlo, y lograr la confección de un producto elaborado, para abastecimiento interno y para enviar a España.
* Establecer fábricas de curtiembres y aprovechar la riqueza de las costas marinas.
* Señala puntualmente la necesidad del estudio de la matemática, como la base de la iluminación y desarrollo del ser humano.
* Describe al contrabando de la época, como una de las causas de la pobreza de muchos y del enriquecimiento de unos pocos.
* Señala la necesidad de educar a los pobres (infelices los llama él), incluyendo también a la mujer en esta ecuación -algo impensado para la época-, en instituciones gratuitas, como el camino más seguro para asegurar la libertad y combatir el despotismo y la miseria endémica.
* Reconoce la existencia de los pueblos originarios, e incluso propondrá la instauración de una monarquía autóctona.
QQ.:HH.: estas son solamente algunas de las ideas de Belgrano que quería compartir con ustedes, y que nos describe la labor del prócer como la de un maestro, un educador, que como un faro arrojó luz, cuando la patria más lo necesitaba.
Que su labor de educador y pensador sea recordada por siempre.
SANDRO. 

NOTAS:
1 VARO, Roberto y CORIA Luis A., “Conceptos económicos en los escritos de Manuel Belgrano”, Asociación Argentina de Economía Política; Universidad Nacional de Mendoza. Facultad de Ciencias Económicas, Jurídicas y Sociales, Reunión Anual, 33, Mendoza, noviembre 1998, disponible online sitio:
2 FERNANDEZ LOPEZ, Manuel y ORELLANA, D.R., “Manuel Belgrano y la difusión de la Fisiocracia en América del Sur”, XIX Reunión Anual AAEP – Misiones, 1984, págs. 355.
3 FERNANDEZ LOPEZ, Manuel y ORELLANA, D.R., “Manuel Belgrano y la difusión de la Fisiocracia en América del Sur”, XIX Reunión Anual AAEP – Misiones, 1984, págs. 355.
4 GONDRA, Luis R., “Las ideas económicas de Manuel Belgrano”, Bs. As., Imprenta de la Universidad, 1933, 2a. ed., pág. 92.
5 BELGRANO Belgrano, “Historia de Belgrano”, Bs. As., Instituto Nacional Belgraniano, 1994, 2a. ed., citado por autores varios.
6 NAVARRO FLORIA, Pedro, “Manuel Belgrano y el Consulado de Buenos Aires, Cuna de la Revolución (1790-1806), Buenos Aires, Instituto Nacional Belgraniano, 1999.
7 Memorias Manuel Belgrano, Documentos Página 12.

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