Gepetto –Mestro de Oficio Carpintero– había pasado toda su vida deseando un hijo, deseando prolongarse en la vida. Al ver brillar en el cielo la “Estrella Azul” pidió de corazón que su deseo humildemente le fuera concedido.
–Decimos "humildemente", porque evidentemente la idea de la “Estrella Azul” nos refiere la existencia de una entidad situada en un nivel superlativo –
–Decimos "humildemente", porque evidentemente la idea de la “Estrella Azul” nos refiere la existencia de una entidad situada en un nivel superlativo –
Así las cosas, esa misma noche, mientras Gepetto dormía, hace su aparición la mentada "Hada Azul", quien otorga vida a un pedazo de madera con forma de muñeco, no sin antes advertirle al “objeto devenido luego en animado”, que debía portarse bien para llegar a ser un niño de verdad.
El muñeco vuelto ahora "ser", era fundamentalmente amoral, tonto y porque no, algo estúpido, vale decir, carecía de consciencia adulta.
En pos de no dejar abandonada a la pobre entidad de madera, a su propia idiotez, el Hada, con justicia nombró a “Pepe Grillo” (un grillo) para que le aconsejase sobre su comportamiento, vale decir: una conciencia. (Algo, siempre mejor que nada)
–Disney supo esconder en su celebrada versión cinematográfica que en la obra original, el muñeco de madera, en una secuencia, se molesta con su compañero grillo y lo aplasta de un manotazo, pero netamente, en función de hacer más adorable al personaje central de la historia–
Ahora, pasemos concretamente a algunos simbolismos masónicos.
Como decíamos arriba, Gepetto era un Maestro carpintero y como muchos autores masónicos ya lo han dicho, elaboró con madera (la materia prima) una obra de arte.
Decimos entonces que el Maestro colabora en dar vida a una entidad, utilizando “buena madera”.
En un sentido estrictamente alegórico, la madera, es un compuestos bio-genésico (integrante del grupo C.H.O.N.: Carbono, Hidrogeno, Oxigeno y Nitrógeno), y esto es, química y orgánicamente hablando, un compuesto generador de vida, de allí lo de bio-genésico.
Los Mas.·. hablamos siempre de pulir piedras para la construcción ideal de nuestros templos, pero debemos reconocer que un sentido alegórico, la madera pertenece a un reino superior al mineral. (aunque bien nos sirve en nuestro aprendizaje mas.·. la imagen de los metales...)
Bueno, así las cosas, la entidad “Pinocho” desconocía senderos de virtud y liberación, de alguna manera, moraba simbólicamente en las sombras del mundo profano.
El muñeco vuelto ahora "ser", era fundamentalmente amoral, tonto y porque no, algo estúpido, vale decir, carecía de consciencia adulta.
En pos de no dejar abandonada a la pobre entidad de madera, a su propia idiotez, el Hada, con justicia nombró a “Pepe Grillo” (un grillo) para que le aconsejase sobre su comportamiento, vale decir: una conciencia. (Algo, siempre mejor que nada)
–Disney supo esconder en su celebrada versión cinematográfica que en la obra original, el muñeco de madera, en una secuencia, se molesta con su compañero grillo y lo aplasta de un manotazo, pero netamente, en función de hacer más adorable al personaje central de la historia–
Ahora, pasemos concretamente a algunos simbolismos masónicos.
Como decíamos arriba, Gepetto era un Maestro carpintero y como muchos autores masónicos ya lo han dicho, elaboró con madera (la materia prima) una obra de arte.
Decimos entonces que el Maestro colabora en dar vida a una entidad, utilizando “buena madera”.
En un sentido estrictamente alegórico, la madera, es un compuestos bio-genésico (integrante del grupo C.H.O.N.: Carbono, Hidrogeno, Oxigeno y Nitrógeno), y esto es, química y orgánicamente hablando, un compuesto generador de vida, de allí lo de bio-genésico.
Los Mas.·. hablamos siempre de pulir piedras para la construcción ideal de nuestros templos, pero debemos reconocer que un sentido alegórico, la madera pertenece a un reino superior al mineral. (aunque bien nos sirve en nuestro aprendizaje mas.·. la imagen de los metales...)
Bueno, así las cosas, la entidad “Pinocho” desconocía senderos de virtud y liberación, de alguna manera, moraba simbólicamente en las sombras del mundo profano.
Esclavo de sus pasiones, sus mentiras lo van alejando cada vez más de ese sendero y se “metamorfosea” en una figura grotesca y hasta de apariencia bufonesca.
Un ser de baja relea, preso como nadie de las ataduras terrenales propias de la materialidad.
Atado entonces a las sempiternas leyes del Karma, pagando con sufrimiento por sus malos actos y por sus malas acciones.
Destinado a repetir la rueda eterna de la mala vida, llega al extremo de ser tragado por una ballena, y en esa instancia, el estomago viene siendo la mejor representación de una cámara de reflexiones, si se me permite: “bestial”, simbolizando el más bajo descenso posible de una entidad mortal. (Cualquier parecido con Jonás, en el vientre de otra ballena, evidentemente es más que mera coincidencia)
Y por último, la muerte simbólica de la entidad y producto de la reflexión sincera, el mentado “vitriol” y la constante búsqueda de encontrarse consigo mismo, todo ello, que redundará luego en el renacer en un estadio superior.
EL pobre Pinocho es expulsado de la ballena y logra ver entonces la luz del astro sol.
Bañado por las aguas del mar se purifica, aunque no logra sobrevivir a la furia de este elemento desatado y finalmente se ahoga.
Atado entonces a las sempiternas leyes del Karma, pagando con sufrimiento por sus malos actos y por sus malas acciones.
Destinado a repetir la rueda eterna de la mala vida, llega al extremo de ser tragado por una ballena, y en esa instancia, el estomago viene siendo la mejor representación de una cámara de reflexiones, si se me permite: “bestial”, simbolizando el más bajo descenso posible de una entidad mortal. (Cualquier parecido con Jonás, en el vientre de otra ballena, evidentemente es más que mera coincidencia)
Y por último, la muerte simbólica de la entidad y producto de la reflexión sincera, el mentado “vitriol” y la constante búsqueda de encontrarse consigo mismo, todo ello, que redundará luego en el renacer en un estadio superior.
EL pobre Pinocho es expulsado de la ballena y logra ver entonces la luz del astro sol.
Bañado por las aguas del mar se purifica, aunque no logra sobrevivir a la furia de este elemento desatado y finalmente se ahoga.
La muerte en este relato, simboliza la muerte del individuo profano que es iniciado.
Las lagrimas del Maestro Mas.·. son recompensadas por el "Hada Azul" como premio a la evolución del ser que es en realidad hombre, devolviéndole la vida y otorgándole la posibilidad de vivir nuevamente la vida, pero como un niño de verdad.
Las lagrimas del Maestro Mas.·. son recompensadas por el "Hada Azul" como premio a la evolución del ser que es en realidad hombre, devolviéndole la vida y otorgándole la posibilidad de vivir nuevamente la vida, pero como un niño de verdad.
Eso si, lo que nunca pude entender es porque "en el cuento de pinocho todos cuentan hasta ocho"... ¿no tendrían que contar por lo menos hasta siete?
el ocho no tendrá que ver con la infinidad?
ResponderEliminarla inmortalidad del ser
eterna evolución
eterno conocimiento
interesante punto de vista, realmente no me parece el ocho un número pitagórico, pero meditaré al respecto... Sandro
EliminarEl 8 me parece más al infinito, a la serpiente devorando su cola.
ResponderEliminarTe envío un Ósculo de Paz mi H.: desde el Or.: de Monterrey, N.L. México