sábado, 17 de septiembre de 2016

Aproximación filosófica al análisis de la Tabla Esmeralda

Propósito de la Tabla Esmeralda

En la Tabla de Esmeralda está condensado o resumido todo el arte de la Gran Obra, objetivo principal de la alquimia.
La alquimia es el arte del perfeccionamiento y la Gran Obra implica sucumplimiento, la perfección. La Tabla de Esmeralda contiene en sus pocas líneas el secreto de la Gran Obra, es un pasaje directo para la perfección.
Dicho mensaje es expresado de modo simbólico, su sola lectura no revela su significado. El acceso a la Gran Obra requiere trascender nuestra limitación racional, de ahí que todo alquimista conlleve una transmutación personal paralela que le permita acceder al lenguaje del Símbolo. El Todo, el Uno, tan sólo se expresa simbólicamente, y es necesario el aprendizaje en la hermeneútica del Símbolo. De no ser así, su sola simplicidad generará incredulidad. La Razón aguarda complejidad ante lo complejo, mientras el Uno, el Ouroboros, se descubre ante la simplicidad de otra lectura, de otro lenguaje. En definitiva, la expresión críptica de la Tabla no es intencional, sino que requiere de la persona adecuada, capacitada para la Gran Obra.


Análisis filosófico

La Tabla de Esmeralda ve reflejada su esencia en el fundamento ontológico último de la filosofía, en la finalidad del Ser. Apercibido el ser humano de su carencia y limitación vitales, se provee de un acercamiento perpetuo a la posibilidad de lo trascendente, lo eterno. Eternidad en la búsqueda de lo absoluto, aquella respuesta que satisfaga lo limitante y abrace al Universo. Saciedad de la inconformidad terrenal a través del encuentro con la esencia delUno, del Todo, para poder ingresar en él, para formar parte de él. En definitiva, llegar a Ser la Totalidad que ya se Es.

La Tabla de Esmeralda es una vía directa para dicha finalidad. Aquél que la entienda tiene el acceso directo al Todo, al Uno, al Universo, al Ouroboros.

Tanto la Ciencia como la Filosofía se originan vislumbrando en el horizonte la respuesta a la pregunta por el Uno. La filosofía de la ciencia tiene como propósito responder a dicha pregunta fundamental. La Tabla de Esmeralda conlleva una necesaria tendencia holística ya olvidada en el transcurso de la historia, que contrasta con una marcada disociación en la metodología del saber contemporáneo, más fundamentada en una unidireccionalidad nihilista que en una integración de todos los opuestos de la existencia.

Tabla de Esmeralda

La Tabla de Esmeralda es un texto breve, de carácter críptico, atribuido al mítico Hermes Trismegisto, cuyo propósito es revelar el secreto de la sustancia primordial y sus transmutaciones. Hasta el siglo XX las fuentes más antiguas conocidas eran manuscritos medievales, pero investigaciones posteriores han hallado predecesores arábigos en Kitab Sirr al-Khaliqa wa Sanat al-Tabia(c. 650 d.C.), Kitab Sirr al-Asar (c. 800 d.C.), Kitab Ustuqus al-Uss al-Thani (siglo XII) y Secretum Secretorum (c. 1140). 

Un documento que no sabemos dónde está, escrito con un alfabeto desconocido pero parecido a la antigua escritura fenicia y que -depende de cuál fuente consultes- data de hace unos 1.200 años o unos 36.000.

I. Esta es la verdad, lejana de cualquier velo de falsedad.

No debe haber muchas mejores maneras de empezar un texto en el que se pretende revelar, entre otras cosas, cómo se creó el mundo.

Es el primer precepto de los 13 que componen la Tabla de Esmeralda, una guía reveladora envuelta en misterio.

Pero quizás esas no sean las palabras exactas. Aunque el sentido es el mismo, hay varias versiones de esta primera línea y del resto del texto.

Y es que proviene de un documento que no sabemos dónde está, escrito con un alfabeto desconocido pero parecido a la antigua escritura fenicia y que -depende de cuál fuente consultes- data de hace unos 1.200 años o unos 36.000.

Lo que sí sabemos es que el contenido de lo que se conoce como la Tabla de Esmeralda no sólo ha sobrevivido el paso del tiempo de cuando sea que fue escrito sino que además ha dejado su marca en varias esferas del conocimiento y en personalidades de la talla de Isaac Newton.

II. Lo que está abajo es similar a lo que está arriba. A través de esto, las maravillas de la obra del Uno se procuran y perfeccionan

Ésta es una de las razones de su gran relevancia.

La frase "como arriba es abajo" fue y sigue siendo considerada por muchos como la clave para todos los misterios.

Es la máxima que guía a los fieles a la tradición filosófica y religiosaHermetismo.

Según ella, lo que suceda en cualquier nivel de la realidad, ya sea física, emocional o mental, ocurre también en todos los otros niveles.

A menudo se interpreta como la relación entre el macrocosmo -el Universo- y el microcosmo -el ser humano-: dentro de cada uno está el otro, de manera que si entiendes uno, puedes llegar a entender el otro.

Por otro lado, esas cuatro palabras capturan la esencia de la alquimia: el cielo es un espejo de la Tierra y todas las cosas se corresponden entre ellas.

La alquimia fue adoptada por figuras intelectualmente extraordinarias, desde Robert Boyle, el padre de la química, a Isaac Newton.

III. Además, como todas las cosas fueron creadas por el Uno, así todas las cosas fueron creadas a imagen del Uno.

Como las tradiciones abrahámicas Judaísmo, Cristianismo e Islam, llama a creer en un sólo dios.

Quienes creen que la Tabla de Esmeralda precedió el Antiguo Testamento, argumentan que la raíz de los preceptos de esas tres religiones está en los principios del Hermetismo revelados en el famoso texto.

A menudo es difícil fijar la fecha exacta del nacimiento de una fe, por lo que también es difícil separar cuál creó un concepto y cuál concordó y lo integró a su propia religión.

Algunas versiones de la historia relacionan a Abraham con el autor de la Tabla de Esmeralda y dicen que fueron contemporáneos, pero de lo único que podemos estar seguros es de que esta es una de las posibilidades que se barajan.

Sin embargo, no cabe duda que efectivamente el Judaísmo -y por ende el Cristianismo y el Islam- comparten esta creencia que les es fundamental.

V. Es el padre de la perfección en el mundo entero.

VI. Su poder es fuerte si se transforma en Tierra.

VII. Separa la tierra del fuego, lo sutil de lo burdo, pero sé prudente, modesto y sabio cuando lo hagas.

VIII. Eso sube de la Tierra al Cielo, y, luego, nuevamente desciende a la Tierra y combina los poderes de lo que está arriba y lo que está abajo. Así ganarás gloria en el mundo entero, pues y la oscuridad ahuyentarás todas las sombras y la ceguera.

IX. Por su fortaleza arrebata la gloria de toda otra fortaleza y poder. Porque es capaz de penetrar y dominar todo lo sutil y todo lo crudo y duro.

X. De esta manera el mundo fue creado.

XI. Éste es el origen de sus maravillosos prodigios y admirables efectos.

XII. Por esto soy llamado Hermes Trismegisto, porque poseo las tres partes de la sabiduría y filosofía de todo el Universo

Poco antes del fin, un nombre, Hermes Trismegisto, a quien se le atribuye la autoría de la Tabla de Esmeralda.


El problema es que, al parecer, Hermes Trismegisto es una legendaria combinación del dios griego Hermes y el egipcio Dyehuthy (en antiguo egipcio) o Tor (en griego).

Mítico o no, es el supuesto autor de varias obras alquímicas, ocultistas y teológicas helenas, entre ellas ésta... y por qué no, si plantó su firma en piedra verde.

Su nombre significa Hermes el tres veces grande pues, según concluyó el italiano Marsilio Ficino, uno de los más grandes filósofos humanistas de los principios del Renacimiento, el presunto autor de la Tabla era el mejor filósofo, el mejor sacerdote y el mejor rey.

Sin embargo, él mismo dice que se debe a que posee tres partes de la sabiduría: alquimia, astrología y teúrgia.

En cualquier caso, como tanto en esta historia, muchos dudan de que el autor de la críptica lista sea este fabuloso personaje.

Entre las muchas teorías, está la de que la Tabla de Esmeralda es parte de una obra llamada "El libro del secreto de la creación", que existe en manuscritos en árabe y latín, y que el alquimista musulmán ar-R?z? pensaba que había sido escrito durante el reino del califa al-Ma?m?n (813-833).El problema es que, al parecer, Hermes Trismegisto es una legendaria combinación del dios griego Hermes y el egipcio Dyehuthy (en antiguo egipcio) o Tor (en griego).

Mítico o no, es el supuesto autor de varias obras alquímicas, ocultistas y teológicas helenas, entre ellas ésta... y por qué no, si plantó su firma en piedra verde.

Su nombre significa Hermes el tres veces grande pues, según concluyó el italiano Marsilio Ficino, uno de los más grandes filósofos humanistas de los principios del Renacimiento, el presunto autor de la Tabla era el mejor filósofo, el mejor sacerdote y el mejor rey.

Sin embargo, él mismo dice que se debe a que posee tres partes de la sabiduría: alquimia, astrología y teúrgia.

En cualquier caso, como tanto en esta historia, muchos dudan de que el autor de la críptica lista sea este fabuloso personaje.

Entre las muchas teorías, está la de que la Tabla de Esmeralda es parte de una obra llamada "El libro del secreto de la creación", que existe en manuscritos en árabe y latín, y que el alquimista musulmán ar-R?z? pensaba que había sido escrito durante el reino del califa al-Ma?m?n (813-833).

También ha sido atribuida al místico pagano del siglo I Apolonio de Tiana.

Algunos místicos judíos piensan que la escribió Seth, un hijo de Adán, que Noé las subió al arca y, cuando terminó el diluvio, las escondió en una cueva cerca de Hebrón.

En otra versión, un hijo de Abraham llamado Hermes se las dio a su hermana Miriam, quien las puso en El arca de la Alianza, donde permanecen hasta hoy en día.

XIII. Lo que tenía que decir ha concluido

Contundente de principio a fin.

Sea quien fuera que escribió los 13 preceptos, obviamente quería responder algunas de las preguntas más fundamentales que nos hemos hecho desde la noche de los tiempos.

Y aunque para muchos lo logró, también dejó un legado repleto de signos de interrogación.

Lo cierto es que muy pocos -y hasta de pronto nadie- han visto la Tabla de Esmeralda y si la vieron fue hace mucho, mucho tiempo.

Eso no ha impedido que haya sido traducida, interpretada y reinterpretada.

Una de sus primeras apariciones en escena fue entre 500-799 d.C., escrita en árabe por Balinas.

Lo que pasa es que, una vez más, no está muy claro quién era Balinas, quien además cuenta que las encontró en las manos de un anciano que estaba sentado en un trono de oro en una bóveda bajo una estatua de Hermes en Turquía.

Pero personalidades que sí reconocemos como el físico y matemático Sir Isaac Newton o el destacado teólogo, geógrafo, filósofo y químico Doctor de la Iglesia San Alberto Magno O.P. tradujeron la Tabla (¿sin haberla visto?) y la integraron a su cuerpo de trabajo.

Hasta el fundador de la psicología analítica Carl Gustav Jung identificó la Tabla de Esmeralda con una mesa hecha de piedra verde que vio en una serie de sueños y visiones. Las ideas de su texto coinciden con la enantiodromia, característico del principio de individuación jungiana.

No sólo eso.

El significado del texto de la Tabla de Esmeralda ha sido vinculado con la creación de la piedra filosofal y la Opus Magnum o gran obra de la alquimia;la experimentación en laboratorio; a los sistemas de elementos clásicos y de la antigüedad, entre otras cosas.

Eso es lo encantador de esta historia.

Se trata de una lista de pensamientos de autor desconocido cuyo origen puede ser chino o indio o griego o persa o varias otras más y que puede datar de hace relativamente poco hasta de los tiempos en los que los dioses todavía se comunicaban con los humanos (efectivamente, no nos cupieron todas las teorías aquí).

No obstante, ha viajado por el tiempo y el espacio compenetrándose con distintas culturas, ciencias y creencias.Una de sus primeras apariciones en escena fue entre 500-799 d.C., escrita en árabe por Balinas.

Lo que pasa es que, una vez más, no está muy claro quién era Balinas, quien además cuenta que las encontró en las manos de un anciano que estaba sentado en un trono de oro en una bóveda bajo una estatua de Hermes en Turquía.

Pero personalidades que sí reconocemos como el físico y matemático Sir Isaac Newton o el destacado teólogo, geógrafo, filósofo y químico Doctor de la Iglesia San Alberto Magno O.P. tradujeron la Tabla (¿sin haberla visto?) y la integraron a su cuerpo de trabajo.

Hasta el fundador de la psicología analítica Carl Gustav Jung identificó la Tabla de Esmeralda con una mesa hecha de piedra verde que vio en una serie de sueños y visiones. Las ideas de su texto coinciden con la enantiodromia, característico del principio de individuación jungiana.

No sólo eso.

El significado del texto de la Tabla de Esmeralda ha sido vinculado con la creación de la piedra filosofal y la Opus Magnum o gran obra de la alquimia;la experimentación en laboratorio; a los sistemas de elementos clásicos y de la antigüedad, entre otras cosas.

Eso es lo encantador de esta historia.

Se trata de una lista de pensamientos de autor desconocido cuyo origen puede ser chino o indio o griego o persa o varias otras más y que puede datar de hace relativamente poco hasta de los tiempos en los que los dioses todavía se comunicaban con los humanos (efectivamente, no nos cupieron todas las teorías aquí).

No obstante, ha viajado por el tiempo y el espacio compenetrándose con distintas culturas, ciencias y creencias.


Fuente Wikipedia y bbcmundo