sábado, 6 de septiembre de 2014

La Torre, la Escalera y la Puerta: Otra enseñanza del Cuadro

QQ.: HH.: todos, en este Trabajo que data del 5 de mayo de 2010, me detuve en dos pasajes bíblicos del Libro del Génesis en donde se trata sobre un Torre, una Escalera y también sobre una Puerta y con ellos, señalar una enseñanza que he encontrado, de las infinitas que pueden hallarse, tanto en el libro de la Ley como en Cuadro de Dibujo de Primer Grado, por cierto.
En el capítulo once de la biblia se nos refiere que los hombres antiguos -que hablaban un sólo lenguaje- estimaron conveniente hacer ladrillos y cocerlos a fuego, a fin de utilizarlos en la construcción, en lugar de trabajar las piedras. 
También intentaron construir una ciudad con una torre que llegase hasta el cielo, buscando, entre otras cosas, una notoriedad que sería mal habida, cuya síntesis fue la Torre de Babel (1) y con dicha trunca empresa, el fallido intento de alcanzar el cielo. 
Yahveh -refiere la biblia-, para evitar el éxito de este poco loable emprendimiento, hizo que los constructores comenzasen a hablar diferentes lenguas, luego de lo cual reinó la confusión y finalmente la dispersión de los obreros.
La segunda mención del mismo libro, se vincula con Jacob, quien llegando a cierto paraje, con el arribo de la noche, se echó a dormir utilizando una piedra del lugar, como cabezal o almohada improvisada y en sueños, ve una escalera apoyada en la tierra cuya cima tocaba el cielo, por la cual subían y bajaban ángeles (2) y en donde ve -o cree ver- al mismo Yahveh. 
Jacob comprendió más tarde que esa escalera soñada, daba a la casa del mismo Dios y era por consiguiente la puerta al cielo.
En este sueño Dios le hablará a nuestro soñador y le dará ciertas instrucciones. Por la mañana, Jacob tomará la piedra que había usado como cabezal, para erigirla como estela o lugar sagrado, derramando aceite sobre ella y llamando a aquel sitio "Betel". -Aunque el nombre primitivo de la ciudad que allí se edificó era o fue "Luz", dice la biblia-.
De la lectura de estos pasajes alegóricos o figuras literarias, he extraído la siguiente enseñanza:
El hombre, a lo largo de la historia ha soñado con una puerta abierta al reino de los cielos o por lo menos, con poseer una llave mágica que le permita su acceso, en forma automática.
Tanto la Torre de Babel como la escala de Jacob tienden a cumplir el mismo objetivo, pero la diferencia entre una y otra es el medio aplicado a los fines.
En la primera, notamos que los antiguos hablaban un mismo idioma o lengua -como los Mas.: simbólicamente hablando- pero éstos hombres buscan llegar a Dios para la satisfacción de la propia vanidad y arrogancia y por ello, terminan sufriendo un castigo, que por un lado es castigo y por el otro es enseñanza, siendo esta última: la necesaria presencia de la humildad en todas las acciones de la vida, tanto profana como masónica, como camino de verdadera elevación espiritual.
En el cuadro de Primer Grado, vemos representada justo en su centro la escala de Jacob: emblema de las virtudes y de las cualidades espirituales del alma, justamente lo opuesto a la construcción de la Torre de Babel.
Los escalones de la escala de Jacob indican la elevación progresiva del hombre en sucesivos estados de conciencia, recorriendo lentamente las virtudes de la Prudencia, Templanza, Fortaleza, Justicia, Fe, Esperanza y Caridad, desde lo material a lo espiritual, camino a las Puertas del Cielo.
Para terminar estas líneas, en ambas historias tenemos un elemento común que juega papeles muy distintos en una y otra historia, aunque en el contexto referido, bien puede escaparse QQ.:HH.:. Me refiero a LA PIEDRA.
En la primera historia la piedra para edificar es desechada por los ladrillos cocidos a fuego, podríamos decir entonces, que la innovación, motorizada por la arrogancia de los constructores de la ciudad y de la Torre de Babel, cual malas obras morales, redundan en una construcción con vicios morales.
En el segundo relato, la dura roca en bruto que primero sirvió como cabezal o almohada improvisada, fue luego la piedra clave que erigió un lugar sagrado, ungida en aceite, producto de una arquitectura moral y progresiva, ajustada a mandatos superiores.
Vale decir, dos tratamientos bien diferenciados, en función del fin perseguido, la construcción de un edificio ideal. 


Sandro M.:M.:
R.:L.: Renovación N° 333


(1) La Torre de Babel, Génesis 11: 1-9
(2) Escalera de Jacob, Génesis 28: 11-19