jueves, 27 de enero de 2011

El surgimiento de la prisión como "alternativa" por Rosaura Chinchilla Calderón Éricka Linares Orozco

Extracto del trabajo "DE LA PRISIÓN COMO ALTERNATIVA A LA ALTERNATIVA DE LA PRISIÓN" ¿Menos cárcel o más control social? (análisis del proyecto de Código Penal) elaborado por Rosaura Chinchilla Calderón Éricka Linares Orozco (Licenciadas en Derecho UCR, estudiantes de la Maestría en Ciencias Penales de la UCR.)

1.- El surgimiento de la prisión como "alternativa"
Hasta hace doscientos años, las torturas, la muerte con suplicio, las amputaciones, el destierro y las exhibiciones públicas constituían la base del catálogo punitivo de las sociedades occidentales. El encierro solamente se utilizaba como forma de mantener al reo bajo la tutela de la autoridad mientras se llevaba a cabo el juicio o se ejecutaba la condena.
A partir, principalmente, de los siglos XVII y XVIII comienza a aparecer la reclusión como la pena por excelencia en el sistema penal. Durante todo este tiempo diversos autores han atribuido su surgimiento a un proceso de "humanización" de las penas, al resultado de las ideas de la Ilustración, a la influencia cristiana protestante e incluso a las propuestas de criminólogos, médicos u otros como BECCARIA, LOMBROSO y BENTHAM. No obstante, un estudio somero de la realidad histórica de la época y del pensamiento de dichos "padres de la prisión", a quienes se les quiere atribuir la idea, evidenciaría que, si bien abogaron por penas humanizadas y proporcionales al delito cometido o por tratamientos quirúrgicos, nunca se refirieron a la prisión como el eje de la sanción penal6.
La prisión se presentó como un símbolo del avance de las ideas humanistas y de que el sistema penal, en un momento determinado, optó por una penalidad más justa y con un tratamiento más humano en la ejecución de la pena, planteamiento que, como veremos, enmascara causas no declaradas. La situación de nuestras cárceles, el trato inhumano y degradante que se da a los internos y la violación constante, admitida hasta en forma oficial, de los derechos humanos de estas personas, distan mucho de mostrar un lado humanizado de las penas y han puesto de relieve que, en realidad, lo que motivó el surgimiento de esta sanción es un criterio socio-político y económico.
Como lo menciona FOUCAULT, se sigue manteniendo el cuerpo de los condenados como el objeto de la sanción penal, antes mediante el suplicio y la muerte —pena esta última que aun se mantiene en algunos sistemas— y posteriormente encerrando el cuerpo en una celda:
"La prisión se convirtió oficialmente en la principal sanción penal a finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX, por cuanto en ese momento histórico se hizo necesario para la burguesía, que empezaba a detentar el poder político en toda su extensión, diferenciar sus comportamientos contra la propiedad de las conductas análogas desarrolladas por los sectores populares, pues unos y otras no son diferenciables cualitativamente, y como parte de esa separación se adoptó la privación de libertad porque esta, mucho mejor que las demás penas posibles, permite poner en práctica los procedimientos de control político-disciplinario que la misma burguesía ya había impuesto en otros ámbitos de la vida social, tales como la escuela, la fábrica y el cuartel"7.
Así las cosas, es necesario admitir y asumir que la alternativa de la prisión no surgió solamente como una muestra de humanismo de los redactores de códigos penales del siglo XVIII, ni por la influencia de los pensadores predecesores o contemporáneos, sino por un conjunto de principios y postulados de contenido político que se aplicaban ya en otras esferas de la vida social8. Asimismo, los nuevos procedimientos de control social fueron prácticamente simultáneos a la nueva organización económica planteada por la clase ascendente al poder: la burguesía. Posteriormente, se le atribuyó a la prisión otra función declarada que la legitimó como mecanismo de control por excelencia: la resocialización.
Según SANDOVAL HUERTAS, el argumento resocializador se impone como principal legitimación de las sanciones penales hacia finales del siglo XIX. Era necesario devolver al delincuente lo antes posible a la sociedad, de forma que pudiera readaptarse y proporcionara su fuerza de trabajo, la cual era muy preciada para los fines de la industrialización. Aunque han existido otras "funciones" teóricas asignadas a la pena, la de resocialización fue recogida en los instrumentos internacionales de derechos humanos relativos a los reclusos. Así, el artículo 58 de las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos establece:
"El fin y la justificación de las penas y las medidas privativas de la libertad son, en definitiva, proteger a la sociedad contra el crimen. Sólo se alcanzará este fin si se aprovecha el período de privación de libertad para lograr, en lo posible, que el delincuente una vez liberado no solamente quiera respetar la ley y proveer a sus necesidades, sino también que sea capaz de hacerlo."
Sin embargo, para lograr el efecto resocializador de una forma "científica", se recurre a conceptos teóricos y metodológicos de las ciencias naturales. Es así como se instaura "el tratamiento" como método para readaptar a la persona. Esto se basa en el convencimiento de que lo desviado o indeseable se encuentra en el individuo y, por tanto, la acción terapéutica debe dirigirse hacia él:
"Así como el médico y su tratamiento buscan eliminar la enfermedad que existe en el paciente, mas nunca modificar las condiciones externas que pueden haber originado la anomalía orgánica, tampoco el ejecutor de penas aspira a erradicar las circunstancias sociales que originan el delito; se limita a tratar al sentenciado"9.
Llamadas:
6.Véase, sobre el nacimiento de la prisión, el análisis realizado por SANDOVAL HUERTAS, Emiro. Fenología. Ediciones Jurídicas, Colombia, 1998.
7. SANDOVAL HUERTAS, Emiro. Op. cit., p. 95.
8. FOUCAULT, Michel. Vigilar y castigar. Siglo Veintiuno Editores, 24 ª edición, Madrid, 1996.
9.- SANDOVAL HUERTAS, Emiro. Op. cit, p. 118.

Fuente del trabajo: Revista de Ciencias Penales de Costa Rica, p. 80/81.
Fuente de la foto:
http://www.google.com.ar/imgres?imgurl=http://bp1.blogger.com/_RdpxeXTswUk/Rj6FGc7EVmI/AAAAAAAAAJA/Q9fQuK0ZzFg/s400/Preso%2B1.jpg&imgrefurl=http://adrianpalmas.blogspot.com/2007_05_01_archive.html&usg=__Lh4ZbnCa4NqTWOSvyHXv6oXq2Ks=&h=283&w=400&sz=25&hl=es&start=0&sig2=v52NAHjq8yu9LEncp4WyWg&zoom=1&tbnid=NUOTvb-slgKOUM:&tbnh=127&tbnw=180&ei=orpBTebrEYaKlwfDnMkB&prev=/images%3Fq%3Dpresidiario%2Bcaricatura%26hl%3Des%26sa%3DG%26biw%3D796%26bih%3D428%26gbv%3D2%26tbs%3Disch:1&itbs=1&iact=rc&dur=343&oei=orpBTebrEYaKlwfDnMkB&esq=1&page=1&ndsp=8&ved=1t:429,r:1,s:0&tx=111&ty=87

jueves, 13 de enero de 2011

Andrés Cassard

CONDUCTA DEL MASON.
“El Honor, la Honradez, y la Justicia, deben formar la base de todos nuestros compromisos y en todas nuestras transacciones, deben ser el norte que nos guíe. Principios son estos que nos enseña el Ritual Masónico, y los cuales son peculiares á nuestra antigua Institución, siendo como el resumen de todas aquellas virtudes, hijas del Cielo, que el padre de la luz y de la vida, ha inculcado en sus criaturas, para su gobierno y felicidad. Toca pues, á nosotros, miembros de una Fraternidad, incomparable por su moral, ofrecer al mundo ejemplos dignos de ser imitados é ilustrar prácticamente la belleza y sublimidad de tales principios.
El Masón que no los acepta como norma de su conducta; que no hace de ellos el solo y firme apoyo de su vida moral, y que se aparta de su estricta y rígida observancia, deja de llenar su objeto: y la luz que emana del Gran Jehová, cuyos rayos descienden sobre la tierra, para ser reflejados por ella, no han podido penetrar la nube impura que cubre el alma viviente.
Los deberes que el Masón se impone, al hacerse miembro de la Fraternidad, son de un carácter bastante grave, porque nadie lo ha obligado á ello y él Tomntoriamente ha aceptado una gran responsabilidad; y si bien las penas Masónicas excluyen todo sufrimiento físico, el penado lleva sobre sí el justo menosprecio de los numerosos miembros de la gran familia. También la sociedad profana reconoce un castigo en casos de infracción moral; pero no inmediato y efectivo, como sucedería entre Masones, en igualdad de circunstancias, en que no es la opinión pública, á veces mal informada, la que condena, sino un tribunal mas imparcial y equitativo, que al sentenciar no es inexorable como la justicia humana, sino que deja abierta la puerta al arrepentimiento para la rehabilitación del condenado, pues que nuestra justicia, así como el objeto de nuestra Institución, no son otros, que la Caridad práctica.
Práctico, pues, es "el deber del Masón, y las ventajas que de él debemos esperar, dependen conjuntamente de sus palabras y do sus acciones. Así como el hermoso Sol de primavera ostenta sus rayos espléndidos y vivificantes, opuestos á los pálidos y melancólicos del invierno; así el porte y carácter del Masón deben hacer su presencia recomendables y su influencia sobre la tierra, benéfica á sus semejantes.
Que el mundo se convenza que la Masonería hace mejores á todos aquellos que se asocian á la Fraternidad; siendo un deber de nuestra parte dar á entender á los extraños, que hemos adelantado en el camino de la Perfección Moral, después de habernos puesto en relación con ella.
No dudamos, que muchos no comprendan, que las lecciones de la Masonería están calculadas como el medio mas seguro de enseñar á sus adeptos, su futuro destino, pudiendo decir á estos, "que el volumen sagrado de donde hemos tomado su moral, ni es nuestra obra, ni está sellada por nosotros."
No es dado á las inteligencias vulgares comprender toda la importancia del lazo místico: "La Moral," que une la tierra al Cielo. Verdadero destello de un foco inmenso de luz, es la sola guía que puede conducir al hombre en su peregrinación terrestre, así como los reflejos de la tempestad, en medio de una noche tenebrosa, descubren al viajero fatigado el término de su jornada.
Que el Honor, la Honradez y la Justicia, formen siempre la línea de conducta del Masón; y al término de su vida, los ángeles y no los hombres, serán sus nuevos guías en aquel país desconocido en que á los buenos está reservada la eterna recompensa de los Elegidos.”.

Andrés Cassard, Manual de la masonería, ó sea El tejador de los ritos antiguo escocés, francés y de adopción (Google eBook) p. 177/178.

(toda una carrera masónica...) ANDRES CASSARD, Ex-Veti . M.·. y fundador de la R.·. L.·. La Fraternidad S87, al Or.·. de Nueva York: Tres Vocea Muy Poderoso Gran Maestro de la Sublime Gran Logia de Perfección, La Fraternidad: Muy Equitativo Principe Soberano del Gran Consejo de Príncipes de Jerusalem, La Fraternidad: Muy Sabio y Poderoso Presidente del Soberano Capítulo de Rosa •]« Ia Fraternidad : Ilustre Comendador en gefe del Soberano Gran Cousistorio de Sublimes y Valientes Príncipes del Real Decreto del Estado de Nueva York: Gran Representante do los Grandes Orientes y Supremos Consejos de Venezuela, Nueva Granada y Cuba: Representante de los Grandes Consistorios del Perú y Nueva Orleans: Miembro honorario del Supremo Consejo de Charlcston y de los Grandes Consistorios de Venezuela y de la Luisiana: Miembro de la Gran Logia del Estado de Nueva York: Representante general de los Grandes Orientes de Venezuela. Nueva Granada y Cuba, con plenos poderes ante los altos cuerpos Mas.·. do los Estados-Unidos: Diputado especial y Plenipotenciario del Supremo Consejo de Soberanos Grandes, Inspectores Generales del gr.·. 33, de la jurisdicción del Sur de los Estados-Unidos, con plenos poderes sobre la Isla de Cuba, Méjico, Centro América ó lndias Occidentales: Representante General y Plenipotenciario de la Gran Logia Nacional de Santo Domingo, ante todas las Grandes Logias de los Estados Unidos, y del Canadá: Diputado Inspector General bajo el antiguo sistema de 1762: Miembro honorario y representante de varios Cuerpos Nacionales y Estranjeros: Soberano Gran Inspector General, gr.·. 33, A., á.

martes, 4 de enero de 2011

Algunas interpretaciones sobre la Escalera de Jacob

Como los QQ.·.HH.·. de la obediencia sabrán suplir con holgura, la Escalera de Jacob es una escalera mencionada en la Biblia (Génesis 28:11-19), por la que los ángeles ascendían y descendían del cielo y fue vista por el patriarca Jacob durante un sueño, tras su huida por su enfrentamiento con su hermano Esaú.
Los comentaristas clásicos del judaísmo ofrecen diferentes interpretaciones para el episodio de la Escalera de Jacob: 
  • De acuerdo con la tradición del Midrásh, la escalera simboliza los exilios que el pueblo judío sufriría antes de la llegada del Mesías. Un primer ángel representa los 70 años de exilio en Babilonia; el siguiente representa el exilio en Persia, y otro más, el exilio en Grecia. El último ángel, que representa el exilio final en Roma o Edom (identificado con el propio Esaú), asciende y asciende hacia el cielo; pese al miedo de Jacob a no poder librarse nunca de la dominación de Esaú, Dios le garantiza que algún día también él caerá.
  •  Otra interpretación de la escalera acentúa el hecho de que los ángeles primero ascienden y luego descienden. Así el Midrásh explica que Jacob, como hombre santo, estaba siempre acompañado de ángeles. Al alcanzar la frontera de Canaán (la futura tierra de Israel), los ángeles asignados a defenderla volvieron al Cielo, mientras que los de otras tierras descendieron de él para conocerlo. Cuando Jacob volvió a Canaán (Génesis 32:2-3), es saludado por los ángeles asignados a Tierra Santa.
  • El lugar en el que Jacob se detuvo a descansar se cree que coincide con el Monte Moria, donde se construyó el Templo de Jerusalén. Así pues, la Escalera simbolizaría el "puente" entre el Cielo y la Tierra, establecido a través del pacto entre Dios y el pueblo judío, y fortificado por las oraciones y sacrificios realizados en el Templo. Además, la escalera representaría a la Torá, como un nuevo vínculo entre cielo y tierra. El término hebreo para "escalera", sulam - סלם - y el de la montaña en que se dictó la Torá (el Monte Sinaí) - סיני - tiene la misma gematría (valor numérico de las letras que las componen).
  • Y la interpretación actual, a partir del conocimiento científico que tenemos que cómo funciona nuestro cerebro y del uso que hacemos del estado de sueño para darnos mensajes, sería que nuestro proceso de evolución, al menos el de las personas conscientes (como es el caso de Jacob), se puede semejar a una escala que sube desde la dimensión de la Tierra hasta otra más elevada (física cuática), y que al final de la escala o proceso de ascensión, está nuestro Ángel de Luz, nuestro YO SOY, nuestra manifestación divina. Para que Jacob entienda a ese Ser que se le presenta al final de la escala, su inconsciente le ofrece una imagen reconocible y significativa (a fin de cuentas es él quien está creando el sueño; es su inconsciente quien se está ayudando a sí mismo), por lo que todo lo que sueña es producto de su cerebro. La interpretación que Jacob hace de su sueño es según su paradigma científico, cosmológico, que es el mítico de aquel entonces. Y todas las interpretaciones posteriores religiosoas, tanto israelitas como cristianas, son igualmente míticas, dentro de su paradigma cosmológico. Esta imagen onírica es un recurso muy recurrente en el inconsciente de muchísimas personas del ámbito judeocristiano para comprender el estado de evolución o ascensión. Casi todos la hemos soñado alguna vez y de la misma manera que Jacob. Y todos nos hemos encontrado al final de la escala con la imagen de un Ser de Luz, que, evidentemente, es Nuestro Ser de Luz Interior, no el Ser de Luz o Yavhé, único para todos y distinto a todos.
  • La interpretación cristiana de la Escalera de Jacob se basa en Juan 1:51 ("51 Y le añadió: «En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.»");[2] de acuerdo con esta lectura, Jesucristo es una nueva escalera que comunica el Cielo y la Tierra, al ser al mismo tiempo hijo de Dios y de los hombres.

lunes, 3 de enero de 2011

Poderes o el Libro que Diviniza por JORGE ADOUM (CAP.IV)

EL REY DE LA CREACIÓNLa garras del temor en el humano,
tapizan con espinas su camino y
miedo siente a Dios y a lo divino, su
gigante poder truécase enano.
La voluntad del hombre es el Arcano de
Jasón, al buscar el Vellocino de oro, con
su valor vence el destino, sin manchar la
conciencia ni la mano.
Cuando con su valor los ojos sella
y en nuestro corazón brilla su estrella,
huye el temor ante su luz divina.
No es héroe quien conquista las naciones.
Es héroe quien domina las pasiones; sobre
cuerpos y espíritus domina.

CAPITULO IV - EL REY DE LA CREACIÓN
"Todo lo que genera el Espíritu, sale por los sentidos; toda creación de los sentidos es el reflejo de la voluntad creadora.
La trinidad del hombre es resumida por la voluntad y se revela por la obra, la buena obra confiere poder y el poder gobierna.
El Espíritu es la luz interna que difunde sus rayos al exterior por medio de los sentidos, si los sentidos-envolturas son densos y groseros, la luz interna no puede llegar con nitidez al mundo, aunque en el interior continuará brillando.
Hay poder y hay realización en el hombre; todo lo que el hombre cree, puede realizarlo por medio de la voluntad.
El sentido es el instrumento de la voluntad; sin ella no tendría razón de ser.
La materia se espiritualiza, el Espíritu se materializa para y por nuestros sentidos y esta espiritualización y esta materialización son realizados por nuestra voluntad: los efectos son el placer y el dolor sentidos por nuestra alma.
Pero también, por la voluntad se torna el sentido insensible al placer y al dolor, y vive por encima de ambos.
La voluntad es la trilladora que desgrana la espiga del sentido hasta mostrar la desnudez del grano.
La voluntad es la criba que separa el placer del dolor.
La voluntad tritura al sentido, lo muele, lo tamiza, lo amasa con las lágrimas, lo somete al fuego sagrado del corazón para después ofrecerlo como pan a los ángeles.
¿Qué es la voluntad? —Es el Espíritu que aletea sobre las aguas del Génesis. Es la fuerza que domina al mundo.
La flor es el himno de la voluntad del árbol.
El hijo es el fruto de la voluntad paterna.
La voluntad es el "Fiat Lux" de la Divinidad.
Hay una ley: El hombre obtiene espiritualmente, en razón inversa o lo contrarío de lo que quiso injustamente por medio de los sentidos.
El corazón ansia muchas cosas. Las pasiones empañan la poderosa luz del Espíritu; la férrea garra del deseo, sujeta tenazmente al Poder.
El deseo va socavando a la voluntad día tras día hasta llegar a la razón y entonces obliga al cerebro a cumplir su propósito.
El cerebro, bajo la presión del deseo, construye ídolos de barro para después adorarlos.
El anhelo de lo Eterno enciende la llama de la voluntad para fundir el hierro que encadena al cerebro, y librar al verdadero Ser de sus trabas.
El hombre es hombre por virtud de su voluntad y no por virtud de su inteligencia.
Según el desarrollo de la voluntad el hombre ve las cosas.
Conócete a tí mismo, significa: Desarrolla tu voluntad.
La voluntad del hombre es, en esencia, igual a la voluntad de Dios, y dispone de su omnipotencia; puede como El crear, porque lo que es de Dios es Dios, y todo lo que valga la pena de crear, debe ser bueno.
Todo lo que interesa a los sentidos causa repulsión y dolor; pero el dolor que tortura el alma afirma la voluntad y la voluntad aspira a la extinción del dolor.
La voluntad debe subyugar la vida para vencer la muerte sabiendo que no hay nacimiento ni muerte y que sólo se vive en el Eterno.
Las corrientes del Poder, buscan las profundidades de la humildad. El desprecio trepa sobre el árbol del orgullo. La alabanza es la fragancia de la modestia; el libertinaje es la putrefacción del Placer.
La voluntad es el polo positivo en el hombre, el deseo es el polo negativo.
La Voluntad Creadora no es la Voluntad de vivir, ni un vehículo o instrumento del Absoluto, sino que es la emanación de la mente del Absoluto Interno e invisible.
Todo poder es inherente a la voluntad, y toda debilidad es adyacente al deseo.
Omar Khayyam dice en su canto: "Envié mi alma a la región de lo invisible con un mensaje y volvió con la respuesta diciendo: Yo Soy mi propio cielo y mi propio infierno".
La voluntad es la segunda concepción de la Sabiduría, siempre bienhechora, porque es fuerte; enseña la Kábala.
La esencia de la sabiduría es la voluntad creadora.
La voluntad es el poder plasmante de la plenitud.
Las tres Personas en Dios se resumen en la Unidad; las tres personas en el hombre se unen en la Voluntad.
La Voluntad es el Poder Mágico que se revela en los cuatro elementos del hombre, según la ciencia profana, y en los cuatro cuerpos según la ciencia mística espiritual.
Armado el hombre de este Poder es dueño del mundo, y el mundo le adorará como a Dios.
El mundo de las tres dimensiones es dominado por la cuarta dimensión ignorada e invencible, que es la Voluntad.
La Voluntad del hombre es el Poder Absoluto que Crea continuamente y transforma constantemente.
La Voluntad es la única posibilidad inagotable en cuyo seno yace el origen de todos los seres.
Es la llama de la vida, que una vez encendida, enciende todo cuanto cae dentro de su circunferencia.
Así como la vida es la chispa del Espíritu, así la voluntad es la llama de la vida.
Desde que hubo la chispa del Espíritu, existía la llama activa en las cosas, y toda acción de la voluntad se ha de efectuar en las cosas y por medio de las cosas.
La voluntad es el germen en la semilla, el vigor en el árbol, el aroma en la flor, el sabor en el fruto y el todo en el hombre..."


Jorge Adoum, Poderes o el Libro que Diviniza, EDITORIAL KIER.S.A. Av. Santa Fe 1260 (1059), 4ª Edic., Bs. As. 1984, p 25, 26, 27 y 28.