lunes, 31 de mayo de 2010

TENIDA BLANCA DE CONFERENCIA


viernes, 28 de mayo de 2010

MAYO DE 1810

AIRES MASONICOS EN LA CIUDAD PUERTO
Un baño de misterio se derrama sobre la instalación de las primeras logias masónicas en el territorio de la República Argentina.
Los historiadores mas.·. o no, a la fecha y por igual, han fallado en sus intentos de encontrar archivos o cualquier otro tipo de documentos a fin de proporcionar una fecha cierta al inicio de la actividad de los hijos de la viuda en estas lejanas tierras.
Al parecer algunos autores han encontrado como antecedente de actividad masónica, la iniciativa de residentes franceses en esta Ciudad de Buenos Aires, entre los años 1795 y 1802, dando forma a la tan mentada “logia Independencia”, pero respecto a esta aseveración, tampoco existe unanimidad entre los estudiosos.
Otras pistas nos llegan de la mano de la labor del prófugo portugués Joao da Silva Cordeiro, quien habría conformado una logia que recibió el nombre de “San Juan de Jerusalén”, y es más, aparentemente a sus reuniones el mismísimo general invasor Beresford, durante el corto período de dominación británica de la ciudad, durante las invasiones inglesas, habría asistido en algunas ocasiones.
También existen referencias que nos llevan al año 1806 en torno a la actividad de residentes de origen inglés, a quienes se les adjudica la efímera instauración de los dos primeros talleres llamados: “Estrella del Sur” e “Hijos de Hiram”, con mucho pesar, en honor a la verdad debemos decir que al parecer habrían estado operativamente, muy vinculados a su lejana patria y que habría servido como servicio de información, plataforma para mayores intentos conquistadores de Inglaterra.
En definitiva, detrás de los rastros se destejen muchos hilos fantásticos que el propio entramado del tiempo agiganta o reduce según las necesidades del consumidor.
Pero lo que no puede negarse es la enorme participación de los masones en el proceso de emancipación argentina y americana.
La imagen tradicional y estática del cabildo de mayo de 1810, que se deja ver en aquellos viejos libros de estudio de la niñez maravillosa, es para muchos de nosotros un símbolo preciado.
Porque más allá de aquella pintoresca reunión de vecinos en la hoy histórica Plaza, con paraguas agregados por el imaginario colectivo, perviven grandes enseñanzas, en aquel proceso revolucionario, dinámico continental y mal que nos pese, inconcluso.
Recordemos que en 1800, radicado Miranda en Londres, fundó la “Gran Reunión Americana”, que funcionaría hasta 1810 como sede central de una red de sociedades patrióticas homónimas que se crearon en los pueblos y ciudades del alicaído imperio hispano, no sólo en Buenos Aires, sino también en Mendoza, Tucumán, Montevideo, Chile, Caracas, Bogotá, Lima y México, por ejemplo.
Y en esas reuniones, nombres tales como el de Pueyerredón, Bolívar, O'Higgins, San Martín, Zapiola, Balcarce, Alvear, Tomás Guido, Andrés Bello, Sucre, y otros muchos próceres de gran presencia en el histórico Billiken, se encontrarían vinculados a nuestra orden, nal que le pese a aquella corriente historiográfica, defensora de una tradición nacionalista de raigambre hispánica, de inspiración católica y profundamente conservadora en lo político, lo social y económico, que nos coloca la remera liberal, laica, igualitaria y universalista, que de alguna manera orada la ventajosa posición de la sociedad acomodada, a los beneméritos patricios argentos, que tan poco han hecho por el país todo.
Veamos como los miembros de la “Gran Reunión Americana”, así como de sus filiales, desde la primera hora se autodenominaron: “Caballeros Racionales”, tan racionales como para morir por su patria y sus paisanos -dijo alguno- y esto en muchos casos se terminó verificando, para la gloria de la patria.
Para terminar:
¿Como saber si los hombres integrantes de estas asociaciones, que bien podríamos denominar “panmasónicos” o "protomasones patriotas" respetaron la liturgia masónica de la época y fundamentalmente los aspectos rituales, de nuestra Orden.
Me parece que más allá de detenernos en discusiones bizantinas, lo importante para los argentinos, masones y patriotas sin lugar a dudas -como muchos lo han destacado antes-, es que el llamado “Espíritu de Mayo”, reconoce como su fuente más importante a las enseñanzas de la masonería vinculadas con la soberanía popular, la autodeterminación de los pueblos, la igualdad jurídica, la división de poderes, la representación, las libertades de pensamiento, expresión y conciencia, que en los tiempos de la pacificación tendrían también su correspondencia en nuestra Ley Fundamental.
El movimiento revolucionario de mayo produjo y plasmó en la sociedad civil, la manifestación externa de este ideario humanístico de la masonería que incidió directamente en la que sería más tarde nuestra Ley Fundamental en 1853.
De momento esto es todo QQ.·.HH.·. - SANDRO

jueves, 20 de mayo de 2010

"LA NOCHE CÍCLICA" J.L.B.


LA NOCHE CÍCLICA (A Sylvina Bullrich)

Lo supieron los arduos alumnos de Pitágoras:
los astros y los hombres vuelven cíclicamente;
los átomos fatales repetirán la urgente
Afrodita de oro, los tebanos, las ágoras.

En edades futuras oprimirá el centauro
con el casco solípedo el pecho del lapita;
cuando Roma sea polvo, gemirá en la infinita
noche de su palacio fétido el minotauro.

Volverá toda noche de insomnio: minuciosa.
La mano que esto escribe renacerá del mismo vientre.
Férreos ejércitos construirán el abismo.
(David Hume de Edimburgo dijo la misma cosa).

No sé si volveremos en un ciclo segundo
como vuelven las cifras de una fracción periódica; .
pero sé que una oscura rotación pitagórica
noche a noche me deja en un lugar del mundo

que es de los arrabales. Una esquina remota
que puede ser del Norte, del Sur o del Oeste,
pero que tiene siempre una tapia celeste,
una higuera sombría y una vereda rota.

Ahí está Buenos Aires. El tiempo que a los hombres
trae el amor o el oro, a mí apenas me deja
esta rosa apagada, esta vana madeja
de calles que repiten los pretéritos nombres

de mi sangre: Laprida, Cabrera, Soler, Suárez...
Nombres en que retumban (ya secretas) las dianas,
las repúblicas, los caballos y las mañanas,
las felices victorias, las muertes militares.

Las plazas agravadas por la noche sin dueño
son los patios profundos de un árido palacio
y las calles unánimes que engendran el espacio
son corredores de vago miedo y de sueño.

Vuelve la noche cóncava que descifró Anaxágoras;
vuelve a mi carne humana la eternidad constante
y el recuerdo ¿el proyecto? de un poema incesante:
«Lo supieron los arduos alumnos de Pitágoras...»

Jorge Luis Borges, 1940

CABALA Y MASONERIA: UNA MIRADA AL TEMA

¿Qué es la Cábala?
La Cábala es un método simple y preciso que investiga y define la posición del ser humano en el universo. La sabiduría de la Cábala nos dice porqué existe el hombre, porqué nace, porqué vive, cuál es el propósito de su vida, de dónde viene y adónde va cuando completa su vida en este mundo.
La Cábala es el único método para alcanzar el mundo espiritual. Nos enseña acerca del mundo espiritual, y, al estudiarlo, vamos desarrollando un sentido adicional. Con la ayuda de este sentido podemos establecer contacto con los mundos superiores.
La Cábala no es un estudio abstracto o teórico, sino por el contrario, muy práctico. El hombre aprende acerca de sí mismo, quién es y cómo es.
Aprende lo que debe hacer ahora para cambiar, etapa por etapa, paso a paso. Enfoca su investigación hacia su propio interior.
Toda la experimentación se realiza sobre sí mismo, en sí mismo. Es por eso que la Cábala se denomina "La Sabiduría Oculta".
A través de ella, la persona sufre cambios internos, ocultos a los ojos de los demás, que sólo ella percibe y conoce. Esta actividad, propia, específica y peculiar ocurre en su interior, y sólo ella la comprende.
La palabra "Cábala" viene de la palabra "laykabbel", recibir. La Cábala describe los motivos de las acciones como "el deseo de recibir".
Este deseo se refiere a recibir diversas clases de placeres. Para ello, cada uno está dispuesto, en general, a invertir un gran esfuerzo. La cuestión es: ¿cómo alcanzar el máximo placer pagando el
mínimo precio? Cada cual intenta responder a esta pregunta a su manera.
Este deseo de recibir se desarrolla y crece según un orden determinado. Al principio, desea el
placer de los sentidos. Luego busca el dinero y el honor.
Un deseo aún más poderoso lo vuelve sediento de poder. Más adelante apuntará quizás al pico de la pirámide: la espiritualidad. Quien reconoce la fuerza de este deseo, comienza a buscar los medios de satisfacerlo.
Al pasar por las etapas del deseo, la persona se familiariza con sus habilidades y limitaciones. La Cábala se ocupa de lo que no podemos apresar ni controlar. No sabemos cómo son creados los sentimientos. Nos maravillamos ante las experiencias de lo dulce, lo amargo, lo agradable, lo áspero, etc.
No logramos construir instrumentos científicos para examinar nuestros sentimientos, ni siquiera en el campo de la Sicología, de la Psiquiatría y demás Ciencias Humanas. Los factores de la conducta permanecen ocultos a nuestro entendimiento.
La Cábala es como la matemática de los sentimientos; toma todos nuestros sentimientos y deseos, los divide y da una fórmula matemática exacta para cada fenómeno, a cada nivel, para cada tipo de comprensión y de sentimiento.
Es un trabajo de sentimientos combinados con intelecto. Para los principiantes, utiliza geometría,
matrices y diagramas.
Los que avanzan encontrarán una ciencia muy exacta que examina los sentimientos. Al estudiar,
sentirán cada sentimiento, y a la vez lo comprenderán.
Sabrán qué nombre darle, según su poder, dirección y carácter.
La sabiduría de la Cábala es un método antiguo y probado, mediante el cual el ser humano puede
recibir una conciencia superior, alcanzando la espiritualidad. Este es su real objetivo en el mundo. Si alguien siente un deseo y un anhelo de espiritualidad, podrá darle cauce mediante la sabiduría de la Cábala, otorgada por el Creador.
La palabra "Cábala" describe la meta del Cabalista: alcanzar todo aquello de lo que el ser humano sea capaz, como ser pensante, la más elevada de todas las criaturas.

Artículo extraído de la Pág. de “ Bnei Baruch”
“Bnei Baruch” es una organización que difunde la sabiduría de la Cábala con referencia a los enseñamientos: del Cabalista Rabbi Y. Ashlag (1882 - 1995) a menudo llamado “Baal Hasoulam” como consecuencia de sus comentarios del Zohar “Hasoulam” significa “La Escala” en Hebreo.
Como contactar a Bnei Baruch:























OTROS RITOS: MIZRAIM - MEMPHIS

Cuanta fascinación me causan los Ritos Mizraim y Memphis, ambos depositarios de la tradición esotérica de las antiguas Escuelas de los Misterios de Egipto. -¡Nada más y nada menos!
Mizraim significa en hebreo antiguo “tierra roja” y también es el plural de “egipcio”.
Los orígenes del Rito se remontan, según la leyenda masónica, hasta los primeros tiempos de la Humanidad: -“…obra del Todopoderoso y en manera alguna de los hombres, dijo algún HH.·. ...”.
Para los historiadores masónicos del Rito (Tradición Noaquita), y en particular teniendo en cuenta la obra de Marc Bédarride, el primer Gran Conservador y jefe del Rito de Mizraim, titulada "Orden Masonica de Misraim", este rito tiene como una de sus fuentes principales el Pentateuco, los primeros cinco libros del Antiguo Testamento.
Siguiendo a este autor, Adán conjuntamente con sus hijos crearon la primera Logia de la Humanidad y su hijo Seth fue su sucesor. Noe la salvo diluvio universal, él y su hijo Sem se establecieron en Mitzraim, o en aquel lugar denominado de la tierra "tierra roja", para nosotros Egipto.
Más adelante y según cuenta la leyenda, un iniciado mizraimita, conocido como el patriarca Balaám, se estableció en Etruria, precisamente en el lugar que se conoce actualmente como la ciudad de Florencia y con el paso de los siglos, los iniciados mizraimitas que vivieron en dicha región esparcieron su influencia sobre el mundo civilizado, fundando Logias en toda la Península Itálica. Contemporáneos mismos de los romanos.
Al parecer, con el correr del tiempo, sus iniciados habrían participado en la Primer Cruzada, y durante su estadía en la ciudad de Jerusalén, habrian realizado una visita a la gruta del profeta Elías, en las cercanías del Monte Carmelo, habiendo entrado en contacto con el sultán Salāh ad-Dīn. Finalmente y al regreso de la Cruzada, estos iniciados se asentaron en la Liguria itálica y de allí, continuaron su expansión por el viejo mundo.

A mi modo de ver, lo importante es que los HH.·. iniciados en este rito, entienden que la Mas.·. es un método tradicional de acceso al conocimiento, y a través de él, a la libertad.
En un plano trascendente, estos QQ.·. HH.·. entienden a la Mas.·. como una Orden que se encuentra situada fuera del espacio y del tiempo. Una Orden que une a todos los Iniciados de todos los países y de todos los tiempos, HH.·. de toda condición y origen, de todas las creencias y formas de pensar, que conjugan sus esfuerzos en la construcción del Templo Ideal de la Verdad, de la Justicia y de la Concordia.

El Rito de Mizraim, cuenta en la actualidad con noventa grados. A continuación un detalle de los mismos:

SERIE DE GRADOS DEL RITO DE MISRAIM
90 Grados, divididos en cuatro series divididas a su vez en diecisiete clases.

Primera Serie SIMBOLICA: 1º a 33º en 6 Clases. Segunda Serie FILOSOFICA: 34º a 66º en 4 Clases.
Tercera Serie MISTICA: 67º a 77º en 4 Clases.
Cuarta Serie CABALISTICA: 78º a 90º en 3 Clases.
Un Soberano Gran Maestro Absoluto gobierna sobre todos los cuerpos.

PRIMERA SERIE-CLASE 1
1º-Aprendiz.
2º-Compañero.
3º-Maestro.

PRIMERA SERIE-CLASE 2
4º-Maestro Secreto.
5º-Maestro Perfecto.
6º-Maestro por Curiosidad o Secretario Intimo.
7º-Prevoste y Juez o Maestro Irlandés.
8º-Maestro Inglés.

PRIMERA SERIE-CLASE 3
9º-Elegido de los Nueve
10º-Elegido de lo Desconocido, o de Perignan.
11º-Elegido de los Quince.
12º-Elegido Perfecto.
13º-Ilustre.

PRIMERA SERIE-CLASE 4
14º-Escocés Trinitario.
15º-Compañero Escocés.
16º-Maestro Escocés
17º-Escocés Panissière (¿Colocador de tejas?).
18º-Maestro Escocés (mismo título que el Grado 16)
19º-Escocés de las J.J.J.
20º-Escocés de la Bóveda Sagrada de Jaime VI.
21º-Escocés de San Andrés.

PRIMERA SERIE-CLASE 5
22º-Pequeño Arquitecto.
23º-Gran Arquitecto.
24º-Arquitectura.
25º-Aprendiz, Perfecto Arquitecto.
26º-Compañero, Perfecto Arquitecto.
27º-Maestro, Perfecto Arquitecto.
28º-Perfecto Arquitecto.
29º-Sublime Escocés.
30º-Sublime Escocés de Heredom.

PRIMERA SERIE-CLASE 6
31º-Real Arco.
32º-Gran Hacha o Gran Arco, o Templo Interior o Gran Arca.
33º-Sublime Caballero de Elección-Jefe de la Primer Serie.

SEGUNDA SERIE-CLASE 7
34º-Caballero de la Sublime Elección.
35º-Caballero Prusiano.
36º-Caballero del Temple.
37º-Caballero del Águila.
38º-Caballero del Águila Negra.
39º-Caballero del Águila Roja.
40º-Caballero del Blanco Oriente.
41º-Caballero del Oriente.

SEGUNDA SERIE-CLASE 8
42º-Comandante de Oriente.
43º-Gran Comandante de Oriente.
44º-Arquitectura de los Soberanos Comandantes del Templo.
45º-Príncipe de Jerusalén.

SEGUNDA SERIE-CLASE 9
46º-Soberano Príncipe Rose Croix de Kilwinning y de Heredom.
47º-Caballero de Oriente.
48º-Sublime Filósofo.
49º-Caos-Primero, Discreto.
50º-Caos-Segundo, Sabio.
51º-Caballero del Sol.

SEGUNDA SERIE-CLASE 10
52º-Supremo Comandante de las Estrellas.
53º-Sublime Filósofo (título igual al del Grado 48º).
54º-Clave de Masonería-Primer Grado, Minero.
55º-Clave de Masonería-Segundo Grado, Lavador.
56º-Clave de Masonería-Tercer Grado, Soplador.
57º-Clave de Masonería-Cuarto Grado, Vaciador.
58º-Verdadero Mason Adepto.
59º-Soberano Electo.
60º-Soberano de los Soberanos.
61º-Gran Maestro de las Logias Simbólicas.
62º-Muy Alto y Muy Poderoso.
63º-Caballero de Palestina.
64º-Caballero del Águila Blanca.
65º-Gran Caballero Electo Kadosh.
66º-Gran Inquisidor Comandante-Jefe de la Segunda Serie.

TERCERA SERIE-CLASE 11
67º-Caballero Benefactor.
68º-Caballero del Arco Iris.
69º-Caballero de Banuka, llamado Hinaroth.
70º-Muy Sabio Príncipe Israelita.

TERCERA SERIE-CLASE 12
71º-Soberano Príncipe Talmudim.
72º-Soberano Príncipe Zadkim.
73º-Gran Haram.

TERCERA SERIE-CLASE 13
74º-Gran Príncipe Haram.
75º-Soberano Príncipe Hasid.

TERCERA SERIE-CLASE 14
76º-Soberano Gran Príncipe Hasid.
77º-Gran Inspector, Intendente Regulador General de la Orden.

CUARTA SERIE-CLASE 15
78º-Soberano Príncipe del Grado Setenta y Ocho.
79º-Soberano Príncipe del Grado Setenta y Nueve.
80º-Soberano Príncipe del Grado Ochenta.
81º-Soberano Príncipe del Grado Ochenta y Uno.

CUARTA SERIE-CLASE 16
82º-Soberano Príncipe del Grado Ochenta y Dos.
83º-Ilustre Soberano Príncipe del Grado Ochenta y Tres.
84º-Soberano Príncipe del Grado Ochenta y Cuatro.
85º-Soberano Príncipe del Grado Ochenta y Cinco.
86º-Soberano Príncipe del Grado Ochenta y Seis.

CUARTA SERIE-CLASE 17
87º-Soberano Gran Príncipe del Grado Ochenta y Siete, Gran Ministro Constituyente de la Orden para la Primer Serie.
88º-Soberano Gran Príncipe del Grado Ochenta y Ocho, Gran Ministro Constituyente de la Orden para la Segunda Serie.
89º-Soberano Gran Príncipe del Grado Ochenta y Nueve, Gran Ministro Constituyente de la Orden para la Tercer Serie.
90º-Gran Soberano Absoluto- Supremo Poder de la Orden - Noventa y Último Grado.

La foto del papiro fue extraida del sitio:
http://www.tradicional.com.ar/ptah/logiaptah.htm

viernes, 14 de mayo de 2010

El EGREGOR: ROMEO HERNÁNDEZ MENDOZA

"Egregor" [Del griego Egregoroi] significa velar. Egrégora también proviene del mismo término y designa la fuerza generada por la sumatoria de las energías físicas, emocionales y mentales de dos o más personas cuando se reúnen con cualquier finalidad.

A los Egregores Eliphas Levi, el escritor ocultista francés, los denomina príncipes de las almas. Rizardo da Camino en su Diccionario Masónico, dice que es un "Cuerpo Místico que se forma con sus propias peculiaridades, después de la apertura del Libro Sagrado, cuando todos se unen con las mentes para el acto de crear".

Al Egregor se le supone un centro de conciencia dévico, entendiendo por dévico a las reacciones del Espacio por cualquiera de los estados de conciencia humanos.
Se le conceptúa esotéricamente como un ente primordial formado por una agrupación de almas en un todo de sustancia mental o psíquica.
Los antiguos consideraban a la Egrégora un ser vivo con fuerza y voluntad propias generadas a partir de sus creadores o alimentadores pero independiente de las de cada uno de ellos.
En el plano racional a los Egregores se les entiende como formas psíquicas que tienen que ver con estados de conciencia humanos. Es un 'ser psíquico' de carácter colectivo; un campo de influencia común, es un fluir sutil, invisible y elástico que ocupa espacios y que transmite energías creadas por un modo de pensar, de sentir o de actuar de los seres humanos. Es un "ente" real, sensible y actuante, aunque imponderable, que permite tener a los corazones sintonizados.
Es un alma grupal, un arquetipo que dirige el destino de la comunidad. Es innegable su poder por la consolidación de lazos entre el individuo y el grupo integrando al primero a un registro del inconciente colectivo. Si algunas personas se reúnen y emiten vibraciones fuertes e idénticas por pensamientos de la misma naturaleza, formarán uno por energía positiva o negativa, según sea el genero de los pensamientos emitidos, el Egregor creado con nuestros pensamientos, sentimientos y emociones y de acuerdo a ellos, reaccionará sobre nosotros. Es decir; todo impulso vital o substancial que surge de individuos o de comunidades produce una reacción en el espacio que provoca la forma psíquica de un Egregor, que se establece alrededor de las personas, de los hogares, de templos, de instituciones, etc, y por el que se puede percibir las condiciones y carácter de los mismos.
La Egrégora se realimenta de las mismas emociones que la crearon, y a quienes la engendraron, se les induce a producir repetidamente las mismas emociones. Los hay efímeros y permanentes. Los primeros obedecen a impulsos psíquicos o estados de conciencia esporádicos y sin fuerza aglutinante; los segundos son el resultado de la acumulación de materia psíquica realizada de manera constante y permanente por efecto de los estados de conciencia habituales, ya sea de los individuos o de los grupos. Por ejemplo: Una persona pesimista producirá un tipo de energía que por ley de afinidad se fijará a su alrededor y se ligará con personas y sitios que tengan su misma
vibración.
Vibración que puede ser uno de los siete principios herméticos, el que dice: "Nada está inmóvil, todo se mueve, todo vibra" Si consideramos que hay tres planos de existencia: el plano físico o material, el plano mental o metafísico y el plano espiritual, también existen tres tipos de vibraciones, la más baja la del plano material y la más alta que corresponde al plano espiritual. Obviamente así como en el plano físico no todo lo que existe posee la misma vibración, en los demás planos también hay diferencia vibracional. En el Universo entero no hay nada que esté inmóvil y quieto sino que en realidad está todo continuamente vibrando y en movimiento. Cualquier pensamiento (positivo o negativo) es energía que sale de nosotros hacia el mundo exterior para dar forma a lo que hemos pensado.
En su camino se une con pensamientos similares de otras personas y se fortifica, una vez que es lo suficientemente fuerte, regresa a quien lo creó. Una perfecta comprensión de este principio habilita al estudiante hermético a controlar sus propias vibraciones mentales, así como las de los demás.
Tres axiomas herméticos:

«Para cambiar vuestra característica o estado mental, cambiad vuestra vibración.»
«Para destruir un grado de vibración no deseable, póngase en operación el principio de polaridad y concéntrese a la atención en el polo opuesto al que se desea suprimir. Lo no deseable se elimina cambiando su polaridad.»
«La mente, así como los metales y los elementos, puede transmutarse de grado en grado, de condición en condición, de polo a polo, de vibración en vibración.»

El Egregor formado por el poder de los ritos, de las ceremonias litúrgicas y de meditaciones llevadas a cabo regularmente por las distintas religiones, sociedades y escuelas esotéricas de entrenamiento espiritual del mundo determinan estados psíquicos con gran influencia que afectan el ambiente particular de tales comunidades y también sobre otras conciencias generando un fenómeno psicológico vivenciado como un despertar espiritual.

Así, se aprecia una elevación o dignificación de la conciencia. Estos Egregores son deseables, necesarios, y es lícito pretenderlos como cohesión iluminada. Por el contrario, existen otros negativos que son generados por actos de egoísmo, por la incapacidad de aceptación del bien y de rechazar al mal.

Estos Egregores son los más numerosos y los que frecuentemente nos encontraremos cruzados en el camino hacia la máxima elevación espiritual en donde se busca la paz, la serenidad y la comprensión.

Los distintos tipos de Egregores cualifican la vida de individuos y de los grupos que los produjeron por efecto de sus ordinarios y habituales trabajos y estados de conciencia.

Los hay que provenientes del pasado aun pululan en ritos y ceremonias y continúan proyectando energías. Otros, de carácter reciente generan un poder muy notorio en la vida actual determinando los aspectos sociales, políticos, culturales, de las distintas naciones.

Ente mágico y etéreo, fruto de sinergismo de personas reunidas en la práctica de un ritual, como energía psíquica se dota de una forma objetiva en el plano donde se manifiesta.

Esta forma se adapta a las expresiones de la personalidad cuando se experimentan estados de conciencia como el odio, la envidia, el miedo o la desesperación o, por el contrario, la benevolencia, el afecto, la compasión, la decisión o el valor.
La acumulación de las energías psíquicas exigiendo una forma haya en los distintos espacios cualificados la respuesta adecuada. La actividad en distintos niveles de expresión psíquica, produce y determina aquellas formas y una vez creadas se introducen en las mismas constituyendo lo que podríamos denominar esotéricamente un centro de conciencia grupal.

El Egregor, siendo básicamente una creación mental -ya sea en un sentido positivo o negativo- ofrece la particularidad de estar dotado de una conciencia embrionaria con capacidades de acción y de reacción, así como de un alto espíritu de supervivencia.

Tiene capacidad de absorción de las energías y también de expansión de las mismas, oponiendo resistencia a las fuerzas que tratan de destruirle. Los Egregores influyen muy directamente en la historia humana estructurando ambientes psíquicos que determinan el grado de civilización y cultura. Jesús formó el Egregor del cristianismo Hitler el del nazismo.

El masónico aparece en las logias durante el trabajo, por ello, sería aconsejable que el lugar esté exclusivamente dedicado para el oficio masónico y que la tenida se lleve a cabo tanto en el desarrollo del Ritual como en las intervenciones personales en completa armonía.

La Egrégora masónica atribuye a los trabajos un carácter místico, diferenciándolos de otros tipos de reuniones, por tanto, al ingresar en el Templo, los miembros deberían dejar todo pensamiento y actitud profana fuera.
Los Aprendices, Compañeros y Maestros, superando el papel de simples espectadores, deberían estar dispuestos a realizar aportes de actitud y opinión constructiva que producirán una especie de vibración involucrada que constituirá un Egregor particular al que nos conectaremos mental o emocionalmente, alimentándolo, al mismo tiempo que nos alimenta a nosotros en un constante equilibrio.
Si nuestro trabajo en el Taller se limita al simple ejercicio mímico del Rito, si evidenciamos una actitud desapegada y sin sentido ceremonioso, si nuestra intervención es una simple exposición de palabras vacuas, una logomaquia sin sentido, si nuestro pensamiento se enroca perezosamente en la rutina y desprecia aspiraciones elevadas; entonces estaremos contribuyendo a la formación de un Egregor que sumado a otros con igual actitud aumentará su fuerza y provocará el fracaso de los trabajos.
Cuando un hermano realiza su honesto aporte masónico puede generar una vibración poderosa que se propagará libremente por el silencio de algún alma opacada estimulando su reflexión. Imaginemos a la totalidad de hermanos trabajando con similar disposición y será fácil augurar un futuro provechoso para ése templo.

Hay logias en las que sus características peculiares perduran a pesar de los individuos que entran y salen de ella, el taller tiene su alma, su Egregor, formado por todos los que participaron en las Tenidas, también por su embellecimiento y cuidado, que deben ser permanentes.

Así, el Templo puede ser sencillo pero debe estar escrupulosamente limpio, decorado con buen gusto para estimular la emoción artística, porque el arte y la belleza son fundamentales para la evolución del Egregor de la Logia.

Deberían evitarse la murmuración, los gestos poco fraternales. Sería deseable por parte de todos los hermanos que sus trabajos estén regidos por los pensamientos más elevados y con las palabras más respetuosas y afectuosas. Convendría que las tenidas fueran constantes y regulares con asistentes sinceros y entusiastas con los trabajos de la Logia.

QQ.·.HH.·: podeis encontrar este bello trabajo en el siguiente sitio:
http://www.glrbv.org.ve/trabajos%20y%20trazados%20masonicos/Trazados%20de%20Otras%20Logias/El%20Egregor%20Masonico.htm

miércoles, 12 de mayo de 2010

R.H. Shamsuddín Elía - Los Alquimistas del Islam

He extraído un trabajo de R.H. Shamsuddín Elía sobre los alquimistas y el islam que me parece con total humildad que no tiene desperdicio para el bien general y que demandará sin duda, la correspondiente plancha en los trabajos en logia, QQ.·.HH.·. todos, que lo disfuten como yo, Sandro.-
Ah me olvidaba, el sitio es el siguiente:

«Entre los antiguos alquimistas, el azufre rojo designaba la materia capaz de transformar la plata en oro. Tal expresión es frecuentemente utilizada en el léxico del sufismo para aludir a la excelencia del grado espiritual alcanzado por el "santo" (walí). El propio Ibn ‘Arabí es calificado muchas veces de al-Kibrit al-Ahmar ("Azufre Rojo") por sus discípulos y sus seguidores» ("Ibn ‘Arabi o la búsqueda del azufre rojo", Editora Regional de Murcia, Murcia, 1996). Claude Addas, islamóloga francesa.
La alquimia es una de las ciencias tradicionales del Islam. Durante mucho tiempo fue designada con el mismo término que la química propiamente dicha (al-kimiyya en árabe), antes de que ésta se convirtiera en una ciencia "exacta".
La alquimia está vinculada a una interpretación mística y alegórica del desarrollo espiritual del hombre, lo que no le impide mantener un territorio común con la química en su tentativa de conocer la constitución de la materia a través de la trasmutación de los elementos (cfr. Serge Hutin: La alquimia, Eudeba, Buenos Aires, 1962; Mircea Eliade: Herreros y alquimistas, Alianza, Madrid, 1974; Pierre Lory: Alchimie et mystique en terre d’islam, Verdier, Lagrasse, 1989; Alexander Roob: Alchemy & Misticism, Taschen, Köln, 1997).
La alquimia tuvo su origen en el Egipto helenístico y llegó a la cúspide de su popularidad en el Irak del siglo VIII con Ÿabir Ibn Hayyán. Los alquimistas musulmanes alcanzaron nuevas técnicas para el tratamiento de los metales y lograron valiosos descubrimientos científicos. Mejoraron las dos principales operaciones químicas de calcinación y reducción así como los métodos de evaporación, sublimación, combinación y cristalización. Introdujeron nuevos elementos y sustancias como el antimonio (itmid), el arsénico (zirniÿ), rejalgar (rahÿ al-gar), bórax (bauraq) y alcalí (al-qilí). También fueron los responsables de la introducción de utensilios como los alambiques (al-inbiq).
Ÿabir Ibn Hayyán
El alquimista más famoso del Islam fue Abu Musa Ÿabir Ibn Hayyán al-Azdí (721-815), el Geber de los latinos. Era un sabio originario de Kufa (Irak), hijo de un botánico, que vivió un tiempo en Tus (Jorasán, Irán), donde estableció un laboratorio. Convertido en uno de los alquimistas de la corte de Harún ar-Rashid (763-809), conoció tanto la desgracia como el favor de los poderosos visires barmakíes.
Según el alquimista Aidamur al-Ÿaldakí, Ÿabir fue discípulo de por los menos dos de los santos imames de la escuela duodecimana o shií, el VI Imam Ÿa’far as-Sadiq (702-765), y el VIII Imam Alí ar-Rida (765-818), la Paz sea con ellos.
Autor de 500 trabajos sobre las más diversas materias, sólo 80 han llegado hasta nosotros. Los más conocidos son «Los Setenta Libros» (Kitab al-Sab’in) y «El Libro de la Balanza» (Kitab al-Mizân), «El mercurio oriental» (al-Zi’bak al-Sharkí), «El libro de la gloria» (Kitab al-Maÿid), «El libro de la reunión» (Kitab al-Taÿammu) y «El libro puro» (al-Kitab al-Jalís). Ÿabir fue considerado el más grande alquimista de Oriente y Occidente.
En cuanto al aspecto práctico, Ÿabir describió los métodos perfeccionados para la evaporación, filtración, sublimación, fusión, destilación y cristalización. Detalla cómo se preparan muchas sustancias químicas, por ejemplo, el cinabrio (sulfuro de mercurio), el óxido de arsénico y otros. Conoció el procedimiento para obtener vitriolos, alumbres, álcalis, sal amoníaco y salitre casi puros, así como el llamado «hígado» y «leche» de azufre, calentando el azufre con un álcali y cosas análogas. Preparó perfectamente el óxido de mercurio puro y el sublimado, así como acetatos de plomo y otros metales, algunas veces cristalizados. Conoció la obtención del ácido y ácido sulfúrico en crudo, así como la mezcla de ambos (el agua regia) y la solubilidad del oro y de la plata en esta clase de ácido. Una nueva sustancia química, desconocida para los griegos, que aparece en los trabajos de Ÿabir, es la sal amoníaco.
Ÿabir Ibn Hayyán sugirió la idea de que «si el átomo pudiera ser dividido podría liberar una fuerza suficiente para destruir una ciudad del tamaño de Bagdad», lo cual fue el primer anticipo de la teoría atómica desarrollada a partir de John Dalton (1766-1844) hasta Albert Einstein (1879-1955).
La traducción del corpus ÿabireano del árabe al latín ejerció una profunda influencia en alquimistas europeos de la talla del monje franciscano Roger Bacon (1214-1294), San Alberto Magno (1193-1280), Ramon Llull (1235-1315) y, más tarde, Nicolás Flamel (1330-1418), influencia que se prolongó de hecho hasta el siglo XVII.
El investigador y arabista alemán Paul Kraus (1904-1944), discípulo del historiador de las ciencias naturales Julius Ruska (1867-1948), que publicó una obra monumental sobre Jabir ibn Hayyân, Contributions a l’histoire des idées scientifiques dans d’Islam (vols. 44 y 45, Memorias del Instituto de Egipto, El Cairo, 1942-3), señala: «La alquimia que se conoce bajo el nombre de Ÿabir es una ciencia experimental, basada sobre una teoría filosófica que en gran parte deriva de la física de Aristóteles. Ningún escrito alquimístico del Islam presenta un conocimiento tan vasto de la literatura antigua, y posee un carácter tan enciclopédico como éstos. En esto ellos pueden compararse con las Epístolas de los "Hermanos de la Pureza" que, por lo demás derivan de las mismas fuentes» (cfr. E.J. Holmyard: The Arabic Works of Jabir ibn Hayyan, París, 1928; Henry Corbin: "Le livre du Glorieux" de Jabir ibn Hayyân, —Eranos-Jarbuch, XVIII—, Zurich, 1950; Yves Marquet: La Philosophie des alchimistes et l'alchimie des philosophes: Jabir ibn Hayyan et les Ihwan al-Safa, Maisonneuve et Larose, París, 1988).
Dice Ibn Jaldún: «De todos aquellos autores, al que los alquimistas consideran como el gran maestro del arte es a Djabir Ibn Haiyan; inclusive denominan a la alquimia "la ciencia de Djabir"» (cfr. Ibn Jaldún: Al-Muqaddimah. O. cit, pág. 947).
Los Hermanos de la Pureza
Los Ijuán al-Safa (en árabe: "Hermanos de la Pureza") fueron una sociedad de filósofos y científicos musulmanes de la escuela shií que se establecieron en la ciudad de Basora hacia 983. Su obra conocida son las 52 Rasâ’il ("Epístolas"), de las cuales 14 tratan de matemáticas y de lógica, 17 de ciencias naturales y de psicología, 10 de metafísica, y 11 de alquimia, mística, astrología y música. A diferencia de los escritos de Yabir que están llenos de frases herméticas y significados ocultos. Las Epístolas de los Hermanos de la Pureza, verdadera enciclopedia, siempre tratan de ser comprensibles al lector no iniciado.
En un texto, muy influyente en los ambitos intelectuales de la Zaragoza musulmana de principios del siglo XI, se decía de ellos: «No se satisfacen con la ignorancia y no descansan sino después de haber hecho el esfuerzo por abrazar la totalidad de las ciencias...; de esta manera logran conseguir la facultad humana por excelencia y, por ello, les hemos llamado Hermanos Virtuosos» (J. Lomba Fuentes: La filosofía islámica en Zaragoza, D.G.A., Zaragoza, 1987). Véase R. Netton: Muslim Neoplatonists. An Introduction to the Thought of the Brethren of Purity, Londres, 1942; Yves Marquet: La Philosophie des Ihwan as-Safa, thèse soutenue en juin 1971, S.N.E.D., Argel, 1975; Alessandro Bausani: L'Enciclopedia dei Fratelli della purita. Riassunto, con introduzione e breve commento dei 52 trattati o epistole degli Ikhwan as-Safa, Nápoles, 1978.
Abdul Latif de Bagdad
El polímata Abdul Latif al-Bagdadí (1162-1231), médico, gramático, jurista y teólogo, se consagró también a la filosofía, a las ciencias naturales y la alquimia. Estudió las obras de Hipócrates (460-377 a.C.), Alejandro de Afrodisia (fl. hacia el 200d.C.) y Temistio (317-388). Escribió el Kitab al-ifadah ua-l-i’tibar «La llave oriental» (trad. por Kamal Hafuth Zand, John A. y Ivy E. Videau, Londres, 1965), que combina elementos de alquimia y botánica. De Bagdad pasó a El Cairo. Su «Viaje a Egipto» fue muy conocido en Europa, y traducido al latín, al alemán y al francés
En uno de sus escritos, Abdul Latif da estos consejos a aquellos que pretenden adquirir conocimientos:
«Al leer un libro, esforzaos todo lo posible para aprenderlo de memoria y asimilar su sentido. Imaginad que el libro desapareció y que podéis prescindir de él, sin que os afecte su pérdida... Uno debe leer relatos, estudiar biografías y conocer las experiencias de las naciones. De este modo, será como si en el breve lapso de su vida él hubiese vivido contemporáneamente con pueblos del pasado, mantuviese con ellos una relación íntima y conociera las virtudes y los defectos de cada uno...Quien no ha soportado el esfuerzo del estudio no podrá saborear la alegría del conocimiento... Cuando hayáis completado vuestro estudio y vuestra reflexión, ocupad vuestra lengua con la mención del nombre de Dios, y elevad sus alabanzas... No os quejéis si el mundo os da la espalda, pues os distraerá de la adquisición de excelentes cualidades... Sabed que el conocimiento deja una huella y un perfume que proclama a su poseedor; un rayo de luz y brillo que lo envuelve y lo destaca» (citado por Ibn Abi Usaibía en su Uiún, traducido por G. Makdisi en The Rise of Colleges, Edinburgo, 1981, págs. 89-91).
Al-Ÿaldakí
Prestigioso alquimista iraní originario de Ÿaldak, aldea situada a unos dieciocho kilómetros al norte de Mashhad, en el Jorasán. Vivió en Damasco y luego en El Cairo, donde murió entre 1349 y 1361. Dejó una quincena de obras relativas a la alquimia, apenas estudiadas hasta ahora, entre ellas el «Libro de la demostración relativa a los secretos de la ciencia de la balanza» (Kitab al-burhân fi asrâr ‘ilm al-mizân). En este tratado, Aidamur al-Ÿaldakí explica que la alquimia no se afirma sino en aquellos que poseen un alto conocimiento de la sabiduría (híkma) y dan su asentimiento al mensaje de los profetas. Otro de sus tratados lleva el nombre de Nihayat al-Talib y fue comentado por el místico Ni'mat Allah al-Walí (1331-1431). Véase Titus Buckhardt: Alquimia. Significado e imagen del mundo, Paidós Orientalia, Barcelona/Buenos Aires, 1994.
LOS MATEMÁTICOS DEL ISLAM
«Mientras Occidente veía de Dios el suave reflejo lunar, Oriente y la España árabe y judía lo contemplaban en su fecundo sol, en su capacidad creadora que vierte sus dones a raudales. El campo de batalla es España. Donde se hallan los cristianos, surge el desierto, donde están los árabes, reverdece la tierra y se convierte en un jardín florido. Y florece también el campo de la inteligencia. Bárbaros, ¿Hay que recordar la vergüenza de que nuestro Tribunal de Cuentas esperara hasta el siglo XVIII para adoptar los números arábigos, sin los cuales el cálculo más sencillo resulta imposible» (Reforme et Renaissance, París, 1885)
Jules Michelet (1798-1874), historiador francés.
En el mundo de la cultura clásica musulmana, las matemáticas eran entendidas como una «ciencia de los números» esotérica y como una investigación en la matemática «pura», asociada, entre otras materias, a la óptica, la astronomía, la astrología y la música. En cualquier caso, las matemáticas gozaron de un elevado prestigio y fueron cultivadas por un buen número de grandes personalidades, como al-Kindí, al-Biruní, Avicena, y Omar Jaiám (cfr. R. Rashed: Entre arithmétique et algebre. Recherches sur l’histoire des mathématique arabes, Les Belles Lettres, París, 1984).
Al-Juarizmí
El conocimiento de las cifras lo obtuvieron los sabios musulmanes de su contacto con los hindúes, que habían desarrollado extraordinariamente las matemáticas, especialmente la aritmética. Hasta ese momento, el siglo IX, la forma de representar cualquier cantidad se hacía utilizando letras, tanto griegas como romanas o árabes. Esta representación con letras no permitía realizar cálculos, por lo que se hacía necesario utilizar para ello un instrumento de cálculo, a base de bolas y alambres, llamado ábaco, que se utilizaría en Europa hasta la Revolución Francesa.
Abu Abdallah Muhammad Ibn Musa al-Juarizmí, en un escrito del que desconocemos su título en árabe, pero que su traducción latina nos ha llegado como Algoritmi de numero indorum, da a conocer la utilización de símbolos numéricos, que, colocados en orden y utilizando el cero (en árabe cifr, de donde deriva también "cifra"), permiten realizar operaciones aritméticas. El término guarismo o algoritmo proviene de su propio nombre, al-Juarizmí. A comienzos del siglo XII, el viajero y filósofo inglés Adelardo de Bath tradujo este tratado de al-Juarizmí. El sistema sería desarrollado por Leonardo Fibonacci (1170-1240), hijo de un comerciante de Pisa, discípulo de un profesor musulmán de Bugía (Argelia), y gran viajero en Egipto, Siria y Grecia.
De este gran científico que tanto influyó en sus contemporáneos y posteriores, sólo sabemos que nació en la ciudad iraní de Juarizm (hoy la Jiva de la República de Turkmenistán), a fines del siglo VIII; vivió en Bagdad y murió hacia 863.
Lo que hizo su nombre inmortal fue el tratado que escribió llamado en árabe Kitab al-muhtasar fi hisab al-ÿabr ua-l-muqabala ("Libro sobre el cálculo, álgebra y reducción"). La obra, muy difundida en el mundo islámico, constituyó toda una revelación en el mundo occidental, posteriormente, con la traducción de Robert de Chester o de Ketton.
El escritor musulmán iraní Muhammad Ibn Husain Bahauddín al-Amilí (1547-1621) dice que, según al-Juarizmí, «la parte -de la ecuación- que contiene una negación se vuelve completa y se agrega la misma cantidad a la otra parte: esto es al-ÿabr (el álgebra). En cambio, las cantidades que son iguales y homogéneas en las dos partes se eliminan: esto es al-muqabala (la reducción)».
Sus otras obras conocidas son Kitab al-ziÿ (Tablas astronómicas), publicado por O. Neugebauer como The Astronomic Tables of al-Khwarizmi, Copenhague, 1962, y Kitab surat al-ard («Libro de la configuración de la tierra»), publicado por H. Von Mzik, en 1926.
Célebres matemáticos
El poeta Omar Jaiám (1048-1132) fue también un gran astrónomo y matemático: resolvió las ecuaciones algebraicas de segundo, tercer y cuarto grado, utilizó el álgebra en geometría y escribió el tratado de las «Cuestiones matemáticas» (Musadarat). Guiazuddín Ÿamshid al-Kashaní (m. 1429), en su «Tratado sobre el círculo», ar-Risalat al-muhitiyyah, precisó la relación de la circunferencia con el diámetro y, por otro lado, estudió las fracciones decimales. En el Magreb, Abu’l-Abbás Ibn al-Banna al-Marrakushí (m. 1321), de Marrakesh, enunció una nueva teoría de la numeración, y el andalusí Abu al-Hasan Alí al-Qalasadí (m. 1486), refugiado en Túnez, redactó varios tratados de aritmética y de álgebra, en los que estudió los números enteros, las fracciones, la extracción de raíces y la resolución de las ecuaciones.
En esta obra, Jaiám afirma conocer una regla para calcular las potencias enteras de un binomio. Si así fuera, se habría adelantado al renombrado cientifico, filósofo y matemático francés Blaise Pascal (1623-1662) en más de cinco siglos.
El sucesor de Omar Jaiám fue Sharafuddín at-Tusí (segunda mitad del siglo XII) redactó la obra «De las ecuaciones», donde plantea los problemas de localización y de separación de las raíces de la ecuación.
Otro persa, el matemático y físico Kamaluddín Abu al-Hasan al-Farisí (muerto hacia 1320) comentó la obra de Alhazen (ver aparte) y le añadió contribuciones originales. También demostró el teorema del famoso matemático Tabit Ibn Qurrá (836-901). El análisis de las conclusiones de al-Farisí y de los métodos aplicados muestra que ya en el siglo XIII se había llegado en el mundo islámico a un conjunto de proposiciones, de resultados y de técnicas que equivocadamente se habían atribuido a los matemáticos del siglo XVII.
Las definiciones de Roshdi Rashed
El catedrático Roshdi Rashed es director de investigaciones del Centro de investigaciones Científicas (CNRS) de la República Francesa y autor de numerosos trabajos sobre historia de las matemáticas en el Islam. Varios artículos suyos se han reunido en la voluminosa obra Entre arithmetique et algèbre. Recherches sur l’histoire des mathèmatiques arabes ("Entre la aritmética y el álgebra. Investigaciones sobre la historia de las matemáticas árabes", Les Belles Lettres, París, 1984). A continuación transcribimos una de sus respuestas, aparecida en el artículo Intersección del álgebra y la geometría. Preguntas a Roshdi Rashed, revista El Correo de la UNESCO, París, noviembre 1989, págs.36-41):
Pregunta. La historiografía política distingue entre Antigüedad, Edad Media, Renacimiento y Tiempos Modernos. ¿Le parece que esta clasificación es aplicable a la historia efectiva de las matemáticas y en particular la contribución árabe?
R. Es cierto que se han opuesto las matemáticas "medievales" a las matemáticas "modernas". La primera entidad, que agruparía las matemáticas latinas, bizantinas, árabes, incluso indias y chinas, se distinguiría de otra entidad histórica nacida en el Renacimiento. Esta dicotomía no es pertinente ni desde un punto de vista histórico ni epistemológico. Está claro que las matemáticas árabes son una prolongación y un desarrollo de las matemáticas helenísticas, que efectivamente las alimentaron. Lo mismo ocurre con las matemáticas que se desarrollaron en el mundo latino a partir del siglo XII. Para ajustarnos a los análisis que hemos esbozado, me parece que los trabajos realizados tanto en árabe como en latín (o en italiano) entre el siglo IX y comienzos del siglo XVII no pueden separarse en eras diferentes.
Todo indica que se trata de la misma matemática. Para convencernos de ello, hoy en día podemos comparar los escritos de al-Samaw’al (siglo XII), por ejemplo, en álgebra y en cálculo numérico, con los de Simon Stevin (siglo XVI); los resultados de al-Farisí en teoría de los números con los de Descartes; los métodos de at-Tusí para la resolución numérica de las ecuaciones con el de Viète (siglo XVI), o su investigación de los máximos con la de Pierre Fermat (1601-1665); los trabajos de al-Jazin (siglo X) sobre el análisis diofántico (por las Aritméticas de Diofanto de Alejandría en el siglo III d.C.) entero con los de Bachet de Meziriac (siglo XVII), etc. Si, por otra parte, hacemos abstracción de los trabajos de al-Jwarizmí, de Abu Kamil, de al-Karijí, entre otros, ¿cómo comprender la obra de Leonardo de Pisa (Leonardo Fibonacci, siglos XII-XIII) y la de los matemáticos italianos, así como las matemáticas más tardías del siglo XVII?
Existe ciertamente una ruptura con esa matemática; en efecto, las postrimerías del siglo XVII se caracterizan por la aparición de nuevos métodos y de nuevas regiones matemáticas en Europa. Sin embargo, la ruptura no fue necesariamente repentina y no se produjo simultáneamente en todas las disciplinas. Por otra parte, rara vez las líneas de separación esquivan a los autores, pero a menudo atraviesan las obras. En el ámbito de la teoría de los números, por ejemplo, la novedad no se traduce, como se ha sostenido en el empleo de métodos algebraicos por Descartes y Fermat, los cuales, procediendo así, no hacían más que volver a los resultados de al-Farisí. Es más bien dentro de la obra de Fermat donde puede observarse una ruptura, con la invención del método de "descenso infinito" y el estudio de ciertas formas cuadráticas, hacia 1640. Algo muy distinto ocurre con el capítulo sobre la construcción geométrica de las ecuaciones, iniciado por al-Jaiám, proseguido por (Sharafuddín) at-Tusí, enriquecido por Descartes y retomado por muchos otros matemáticos hasta fines del siglo XVII, incluso mediados del siglo siguiente.
Es realmente a partir del final de la primera parte del siglo XVII cuando se producen los entrelazamientos y se localizan las principales rupturas. La contribución de los matemáticos árabes se inserta en una configuración coherente, llamémosla matemáticas clásicas, que se desarrolla entre el siglo IX y la primera mitad del siglo XVII».

miércoles, 5 de mayo de 2010

¿PAPAS MASONES?

En esta oportunidad subo un interesante artículo en donde se vincula al catolicismo con la mas.·. que resulta por demás interesante para discutir y para escuchar opiniones de los que saben más que yo. Sandro.
"Para que no quede duda en el sentido de que la Francmasonería no se encuentra reñida con la religión, ni del tipo de enseñanzas que dentro de la Hermandad se adquieren, señalaremos que el Papa Pío IX fue Masón conocido en el mundo profano como JUAN FERRETI, hemos de aclarar que al ser elevado a sumo Pontífice, desde un tiempo antes, había decepcionado a la Hermandad y el 9 de noviembre de 1846, publicó una encíclica contra la francmasonería.
Hace unos años, el ilustre profesor y licenciado ALFONSO SIERRA PARTIDA, intento publicar en los periódicos de la ciudad de México D.F., una copia del acta de iniciación en una Logia de París, donde se deja asentado que los profanos ANGELO RONCALLI y GIOVANI MONTINI habían sido elevados el mismo día para ser iniciados en los Augustos Misterios de la Francmasonería. La prensa de esa ciudad ni del País aceptaron dicha publicación, razón por la cual, el propio Maestro de su peculio mando sacar copias, las cuales circularon profusamente entre los círculos masónicos del País.
ANGELO ROCALLI y GIOVANI MONTINI, serían con el tiempo mejor conocidos como los Papas JUAN XXIII y PAULO VI, quienes habrían de introducir grandes reformas a los cultos católicos con el fin de adecuarlos a los tiempos modernos en que vivían.
De las grandes reformas que introdujo el Papa JUAN XXIII, se encuentran en el Concilio Ecuménico Vaticano II, y vemos que dentro de las fundamentaciones que se hacen, muchos se basan en los Principios y Postulados francmasónicos. Vemos también o nos preguntamos.
¿Que justificación tuvo JUAN XXIII, para decretar la abolición de las Bulas excomulgatorias que hasta antes de su arribo al trono de San Pedro aun tenían vigencia?
En el año 1935 ANGELO ROCALLI, Arzobispo de Mesembria, delegado Apostólico en Turquía, por los tiempos de la guerra que corría, al igual que otros sacerdotes y religiosos, se ven obligados a vestir ropas de laico. Es precisamente en esa época en que es invitado a ingresar a una sociedad iniciática heredera de las enseñanzas ROSACRUZ y, que tanta fuerza le dieran en el pasado LOUIS CLAUDE DE SAN MARTIN el CONDE DE SAINT GERMAIN y el CONDE DE CAGLIOSTRO.
Pier Carpi, serio investigador periodístico y en un tiempo fuerte detractor de todo tipo de sociedades iniciáticas o secretas, es él, paradójicamente, quien habría de encontrar en el transcurso de sus pesquisas, las pruebas documentales de la iniciación masónica en Turquía de ANGELO RONCALLI (PAPA JUAN XXIII). Este gran periodista relató el proceso de esa iniciación y describe ampliamente el Ritual de la misma. Así mismo cuenta que en una de las Tenidas celebradas en Logia abierta, ANGELO RONCALLI cae en un trance místico de larga duración y es precisamente en estas circunstancias cuando dicta sus ya famosas profecías. Los detalles de esta historia se encuentran en la obra "Las Profecías de JUAN XXIII" de Pier Carpi y publicada por ediciones Martínez Roca (España).
Las acusaciones de Le-Febre han llegado a establecer un vinculo cierto entre San Pedro y la Masonería. IL BORGHESE, Semanario de la extrema derecha italiana, también habló de una larga lista de prelados masones PELLEGRINO, Arzobispo de Turín; el secretario de Estado VILLOTI; POLETI Vicarios de Roma; el belga SUENENS y hasta el secretario privado de Pablo VI, PASCUALE MACCHI, que estaba inscrito en la masonería desde el 23 de abril de 1958, cuando era secretario del arzobispado de Milán monseñor MONTONI entre otros.
El Gran Maestre de la masonería italiana, LINO SALVAN, medico socialista, ha sido frecuentemente identificado como portavoz más escuchado de la organización masónica dentro del Vaticano y uno de los artífices de la paz entre ambos dominios, en septiembre de 1976.
Nunca se supo porque Pío XII le negó siempre a GIOVANI MONTINI (PAULO VI) el cardenalato. El 24 de noviembre de 1958, 20 días después de ser elevado al trono de San Pedro, ANGELO RONCALLI (JUAN XXIII) nombra 23 nuevos Cardenales entre ellos se encuentra GIOVANI MONTINI.
JUAN XIII en 1960 da su anuencia para que se proceda a que se realicen estudios sobre las sociedades esotéricas e iniciáticas y sus relaciones con la Iglesia. Durante el transcurso de las investigaciones se detectó que las claves de los TEMPLARIOS, ROSACRUCES, Organizaciones MASÓNICAS y MARTINISTAS, nunca se extraviaron o se perdieron para siempre, sino que de vagar de una organización a otra, siempre estuvieron celosamente guardadas en el seno de la propia Iglesia.
En el pasado existieron pontífices que tuvieron una estrecha relación con sociedades esotéricas y de tradición eminentemente ocultista, como lo fueron BENEDICTO IX (1032 - 1034) BONIFACIO VII (984 - 985).
Fueron católicos y fieles practicantes los más grandes maestros de la tradición esotérica de alta escuela: NOSTRADAMUS (Ocultista y Astrólogo); CORNELIO AGRIPPA (Ocultista y esoterista); SAN ALBERTO MAGNO (astrólogo); SANTO TOMAS DE AQUINO (mago blanco y discípulo de Alberto Magno) LEONARDO DA VINCI (mago, esoterista, ocultista y diseñador).
En el caso muy particular de CAGLIOSTRO que fue perseguido por la Inquisición, siempre defendió la íntima relación y validez entre lo esotérico y lo exotérico. Prosiguió los debates teológicos con el respetado Gran Maestro MANUEL PINTO de FONSECA, a cuya presencia le condujeron el alquimista Fray UMILE y su guía espiritual ALHOTAS. Debate que continuaría con el Papa CLEMENTE XIII, del que se hiciera gran devoto y amigo.
La prueba vital de que existe más información sobre esoterismo, magia y ocultismo y Francmasonería en bibliotecas no masónicas, la tenemos en la persona de ALPHONSSE LOIS CONSTANT, mejor conocido entre los estudiosos de esoterismo como ELIPHAS LEVI ZAHED, el cual estudió y se ordenó sacerdote en el seminario de Saint Sulpice. Por esta situación tan especial, tuvo acceso a todas las bibliotecas de conventos y seminarios de la época.
El hecho de poseer una amplísima cultura y el de hablar varios idiomas le facilitó el poder consultar antiguos y raros documentos que supuestamente la inquisición había hecho pasto de la llamas. Por esta razón y su espíritu liberal, pronto fue considerado como peligroso dentro de la propia iglesia católica. Siendo repudiado por ella en el año 1841. Perteneció a diversas organizaciones masónicas, entre las que podemos enumerar "LA FRATERNIDAD MASÓNICA DEL GRAN ORIENTE DE FRANCIA"; "LA HERMANDAD DE LA LUZ" y la “SOCIEDAD ROSACRUCIANS DE ANGLIA”.
Después del resultado de las investigaciones ordenadas por el PAPA JUAN XXIII y complementando los estudios de LEVI ZAHED, daría inicio al proceso que condujo a la eliminación de las BULAS de excomunión de la FRANCMASONERÍA.".

(Artículo copiado de la Publicación Oficial de la Gran Logia del Rito de York en BOLIVIA octubre del 1993 y extraído del sitio http://www.glrbv.org.ve/Obras%20Literarias%20y%20Otros%20Trabajos%20de%20Interes%20Masonico/LOS%20PAPAS%20MASONES.htm entre muchos otros)